La sombra del autoritarismo de la Unión Soviética aún recae sobre Bielorrusia.
Y es que en las pasadas elecciones para el Parlamento, ni un solo político de oposición ganó un lugar dentro del poder legislativo del país durante las elecciones del fin de semana.
Dichos comicios fueron cuestionados por observadores internacionales y apuntan a profundizar el aislamiento diplomático de la ex república soviética.
Los críticos agregaron que la participación de 74.3 por ciento que reportó el lunes el presidente de la Comisión Electoral Central era demasiado alta y que en realidad constituía una prueba del fraude generalizado.
De acuerdo con los resultados, los representantes de tres partidos que han apoyado la agenda política del presidente Alexander Lukashenko aseguraron sus puestos en el Parlamento.
“Esta elección no fue competitiva desde el principio”, dijo Matteo Mecacci, jefe de la fugaz misión de observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa.
“Una elección libre depende de que las personas tengan libertad para hablar, organizar y postularse a un cargo público, y no vimos eso en esta campaña”, agregó Mecacci.
Los principales partidos de oposición boicotearon las elecciones para protestar por la detención de presos políticos y las posibilidades de fraude electoral.
El Parlamento de Bielorrusia es considerado desde hace tiempo un mero validador de las políticas de Lukashenko, quien ha gobernado la ex república soviética desde 1994.
Los observadores occidentales han criticado todas las elecciones recientes en Bielorrusia, a las que han calificado como antidemocráticas.
Los observadores independientes locales calcularon que la participación general real fue de 55 por ciento, 19 puntos menos de las que reportaron oficialmente.
“Bielorrusia se acerca cada vez más a los peores niveles de las elecciones soviéticas”, dijo Valentin Stefanovich, coordinador del grupo Activistas de Derechos por Elecciones Libres.
Al menos 20 observadores electorales independientes fueron detenidos, según activistas de derechos humanos.
Estados Unidos y la Unión Europea han impuesto sanciones económicas y restricciones de viaje al gobierno de Bielorrusia a causa de la represión contra los grupos opositores y los medios informativos independientes. (Con información de AP).