La última lección

Hoy se cumplen cuatro días desde que ocurrió la masacre en la escuela primaria Sandy Hook, situada en la pequeña localidad de Newtown, Connecticut.

El viernes pasado, Adam Lanza, un joven de 20 años, entró a la institución educativa y asesinó a 26 personas, 20 de ellos niños.

En medio del luto y el ensombrecido ambiente que provocó el atroz evento, se dieron a conocer historias de mujeres valientes quienes, gracias a su coraje, muchos niños pudieron regresar a salvo con sus padres.

Jorge Mireles Jorge Mireles Publicado el
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"Nuestra familia está de luto con los afectados por esta enorme tragedia. No hay palabras para expresar el pesar en nuestros corazones"
Peter LanzaPadre del asesino Adam Lanza
Victoria Soto le dijo al homicida que los niños se encontraban en la cancha, la asesinó y se marchó. 
Le salvó la vida a 11 estudiantes

Hoy se cumplen cuatro días desde que ocurrió la masacre en la escuela primaria Sandy Hook, situada en la pequeña localidad de Newtown, Connecticut.

El viernes pasado, Adam Lanza, un joven de 20 años, entró a la institución educativa y asesinó a 26 personas, 20 de ellos niños.

En medio del luto y el ensombrecido ambiente que provocó el atroz evento, se dieron a conocer historias de mujeres valientes quienes, gracias a su coraje, muchos niños pudieron regresar a salvo con sus padres.

Entre las llamadas “heroínas de Sandy Hook” está la directora de la escuela Dawn Hochsprung, quien al ver que Lanza comenzó a disparar, se abalanzó hacia él para someterlo. 

Hochsprung murió tratando de embestir al pistolero, dijeron autoridades de la localidad a The Associated Press.

La psicóloga escolar Mary Sherlach también intentó hacerle frente al homicida, pero corrió con la misma trágica suerte de la directora.

“(Son) increíbles acciones de heroísmo”, dijo la superintendente del distrito educativo Janet Robinson.

“Los maestros en realidad se concentraron por completo en sus alumnos”, agregó Robinson el pasado fin de semana a la prensa.

Uno de los actos de mayor valor lo hizo Victoria Soto, una maestra de 27 años, de origen puertorriqueño y que comenzaba su tercer año de trabajo en Sandy Hook, informó el diario español El País.

Soto, al escuchar las ráfagas, se apuró a esconder a sus alumnos en las taquillas y en un armario del gimnasio de la escuela.

En el momento en que el homicida llegó al lugar, la maestra le dijo que los niños se encontraban en la cancha. Lanza la asesinó y se marchó.

Gracias a la valentía con la que mintió Victoria Soto, 11 niños se salvaron.

“Si había una profesora que se preocupaba más por sus alumnos que por ella misma era Victoria Soto”, dijo John Harkins, alcalde de Stratford, cuna de la profesora de origen puertorriqueño.

“Eso habla por montañas de su carácter, su compromiso y su dedicación”, dijo el político.

Otra más de las heroínas es Kaitlin Roig, profesora de 29 años que fue de las pocas que logró sobrevivir al atentado. 

Roig escuchó alrededor de las 9 y media de la mañana los disparos de las armas de asalto de Adam Lanza e inmediatamente se apresuró a encerrarse con sus alumnos en un pequeño baño. 

Atrancó la cerradura y aseguró la puerta con una estantería de libros.

“Les dije: hay gente mala afuera ahora, pero después van a llegar los buenos”, comentó la maestra al noticiero estadounidense ABC.

“Pensé en lo que me gustaría que me dijeran a mí si tuviera seis años y estuviera en una situación así”, explicó Roig.

La maniobra de la maestra puso a salvo a 15 estudiantes quienes parecían tener el peor de los destinos, pues su aula era la primera desde la puerta de la entrada.

Otros 18 infantes libraron las balas gracias a Maryann Jacob, quien se encontraba trabajando con su grupo en la biblioteca cuando comenzó la masacre.

Los llevó a un salón, pero se percató que la puerta no tenía seguro.

Sabiendo que corrían gran peligro, ocultó a los niños en un espacio para almacenar cosas, el cual sí podía cerrarse y afianzó la entrada con un estante de archivos.

Además de la historia de todas estas mujeres valientes está la de el guardia de Sandy Hook, de quien no se ha revelado el nombre y gracias al testimonio del profesor Theodore Varga pudo rescatarse su caso.

El estallido de las balas hizo que el guardia escolar saliera corriendo por toda la escuela, avisando que se pusieran a salvo.

“Les dijo, muchachos ¡agáchense, ocúltense! Fue realmente un héroe”, relató Varga.

Sin estas acciones, la cifra de muertos hubiera sido más alta de la que se tiene registro. 

A todo el fin de semana de memoriales y vigilias se le sumaron ayer los dos primeros funerales.

Los familiares de Noah Pozner y Jack Pinto, ambos de seis años de edad, iniciaron la larga jornada de velatorios que se llevarán a cabo en Connecticut.

El hecho conmocionó a Estados Unidos y a muchas partes en el mundo. Sin embargo, las historias de osadía de estas personas demuestran que aún hay esperanza en los momentos de mayor crisis y tragedia.

 

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Dawn Hochsprung. Directora que intentó someter al pistolero Adam Lanza. Murió en el intento.

 

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Victoria Soto. Escondió a sus estudiantes, le dijo al homicida que estaban en una cancha y la asesinó. Salvó 11 niños.

 

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Kaitlin Roig. Llevó a sus alumnos a un pequeño baño y atrancó la puerta. Salvó a 15 niños.

Obama: urge cambiar situación de armas

Tal y como ocurre cada vez que una masacre ocupa las primeras planas de los diarios norteamericanos, en Estados Unidos se reavivó con fuerza el debate de las armas, esta vez con intensidad.

“¿Podremos decir que estamos haciendo realmente lo suficiente para dar a todos los niños de este país la oportunidad que se merecen para vivir sus vidas con felicidad?”, preguntó el presidente Barack Obama en su visita a Connecticut.

“He estado reflexionando sobre esto en los últimos días. Si somos honestos, la respuesta es no. Y vamos a tener que cambiarlo”, mencionó el mandatario en una clara referencia a nuevas legislaciones que restrinjan la venta de armamento.

Quienes apoyan el derecho de portar armas –incluido en la Segunda Enmienda de la Constitución de Estados Unidos– se van quedando con menos argumentos conforme sigue creciendo la cifra de muertos por rifles de asalto.

Uno de  de los razonamientos  es que portar fusiles trae seguridad personal y puede evitar tragedias como la de Sandy Hook.

Sin embargo, en todas las masacres de los últimos 30 años, solo una ha sido detenida por un civil armado, en 1982, publicó ayer The Daily Beast.

La matanza de 26 personas en Connecticut hizo virar de opinión incluso a los defensores de la Segunda Enmienda, como el senador demócrata de Virginia del Oeste Joe Manchin III.

Manchin, miembro de la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés) apoya la reevaluación de las leyes que permiten a la gente tener cargadores capaces de almacenar decenas de balas y poseer rifles de asalto, informó el blog The Caucus del diario The New York Times.

“Yo no sé si alguien que se dedique a la caza vaya con un rifle de asalto”, dijo el senador durante el programa “Morning Joe” de la cadena MSNBC.

“Yo no sé quién necesita un cargador de 30 disparos para ir a cazar. Quiero decir, estas cosas tiene que discutirse”, agregó.

La policía de Newtown dice haber encontrado cientos de cartuchos y varios cargadores con capacidad para 30 rondas regados por la escena de la masacre.

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