El actual plan de paz internacional que busca detener la guerra civil de Siria sufrió un fuerte revés el miércoles cuando un grupo extremista inspirado en al Qaeda rechazó el cese al fuego propuesto por el enviado de la ONU y la Liga Árabe a Siria, Lajdar Brahimi.
Este había informado de que el gobierno sirio y algunos grupos rebeldes acordaron una tregua de 4 días para la festividad musulmana del Eid al-Adha que comienza el viernes 26 de octubre.
El modesto alcance de la propuesta refleja qué tan corta de ideas se encuentra la comunidad internacional. Además, incluso esa propuesta parecía destinada al fracaso. Ambas partes han aceptado previos y más ambiciosos ceses al fuego sólo para después violarlos y ninguno de los dos bandos muestra mucho interés en detener los combates ahora.
El gobierno sirio negó que hubiera tomado una decisión y dijo que estudiaba la propuesta. Los rebeldes, por su parte, expresaron sus dudas.
Un grupo extremista, Jabhat al-Nusra, que se sumó a los combates contra el presidente Bashar al Assad, también rechazó la tregua.
“No habrá tregua entre nosotros y el orgulloso régimen derramador de la sangre de musulmanes”, advirtió el grupo en un comunicado escrito publicado el miércoles en la página de Internet de los combatientes. “Nosotros no nos encontramos entre aquellos que permiten que se les mienta arteramente y tampoco aceptaremos que se nos juegue sucio”.
El anuncio de Brahimi sobre la posible tregua tuvo lugar mientras las fuerzas gubernamentales intensificaron los ataques aéreos sobre una zona en poder de los insurgentes en las inmediaciones de la ciudad sitiada de Alepo. Uno de esos ataques se produjo el martes por la tarde en una panadería. Murieron al menos unas 20 personas, entre ellas niños, según reportó la oposición.
El conflicto armado en Siria ha dejado al menos 34 mil muertos desde marzo de 2011, según activistas. (AP)