La temperatura se polariza

Apagones generales, miles de personas incomunicadas, escuelas y oficinas cerradas, y cerca de una decena de víctimas mortales son las principales consecuencias de las temperaturas extremas e históricas que se registran en Estados Unidos y Argentina.

Pero mientras los estadounidenses experimentan el frío más intenso de los últimos 20 años, los argentinos padecen la ola de calor más larga que se registra desde 1906.

El clima extremo, considerado por expertos como una amenaza para la salud pública en ambos países, entorpece las actividades cotidianas de millones de habitantes.

Pedro Pablo Cortés Pedro Pablo Cortés Publicado el
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Millones de personas diarias podrían ser afectadas en el 2015 por el cambio climático
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Apagones generales, miles de personas incomunicadas, escuelas y oficinas cerradas, y cerca de una decena de víctimas mortales son las principales consecuencias de las temperaturas extremas e históricas que se registran en Estados Unidos y Argentina.

Pero mientras los estadounidenses experimentan el frío más intenso de los últimos 20 años, los argentinos padecen la ola de calor más larga que se registra desde 1906.

El clima extremo, considerado por expertos como una amenaza para la salud pública en ambos países, entorpece las actividades cotidianas de millones de habitantes.

Los ambientalistas explican que el fenómeno que se presenta en Argentina y Estados Unidos se debe al cambio climático ocasionado por la contaminación.

“El calentamiento global se entiende mejor como un ‘enrarecimiento global’ con alteraciones complejas que ocurren a través del tiempo”, escribió ayer el periodista Bryan Walsh en la revista Time.

“Los eventos de esta semana demuestran que el cambio climático está afectando los patrones del clima en formas que van más allá de un mero incremento de las temperaturas”, añadió.

Organizaciones ecologistas coinciden en que estas temperaturas extremas son parte de los nuevos desastres naturales que en el 2015 podrían afectar hasta a 375 millones de personas cada día en todo el mundo, un incremento de 42.6 por ciento con respecto a los 263 millones de personas en 2010.

“La polarización del clima y las temperaturas extremas serán el impacto más visible del calentamiento global en nuestra vida diaria. También están causando peligrosos cambios en el mundo”, expone en su sitio web la Federación Nacional de Vida Silvestre de Estados Unidos.

Más frío que Moscú y Alaska

La ola de aire polar que comenzó a esparcirse ayer provocó que decenas de ciudades del centro y este de Estados Unidos registraran temperaturas más bajas que Moscú y Anchorage, la capital de Alaska. Y algunas agencias reportaron la muerte de 13 personas debido a la onda gélida.

El termómetro marcó los niveles más bajos en International Falls, Minnesota, con -48 grados centígrados; Chicago, con -45 grados, y Detroit, con -37 grados. El frío propició también la caída de hasta 30 centímetros de nieve en esas ciudades.

En promedio, las comunidades del noreste de Estados Unidos tienen temperaturas que rondan los -28 grados centígrados y una sensación térmica de -45 grados, tendencia que continuará mañana, cuando los meteorólogos estiman que el clima regresará a la normalidad.

Los gobiernos de Minneapolis, Chicago y Milwaukee emitieron una advertencia de “situación particularmente peligrosa”, que suele reservarse para tornados. 

“La piel se congela en solo cinco minutos con una sensación térmica de 45 grados bajo cero”, expresó el meteorólogo Bob Van Dillen a CNN.

 El uso excesivo de la calefacción y las dificultades técnicas provocadas por el clima causaron que más de 40 mil casas y negocios se quedaran sin energía eléctrica en Indiana, 16 mil en Illinois y 2 mil en Missouri, reportó AP.     

Además, al menos 3 mil 700 vuelos se cancelaron a nivel nacional y más de 4 mil se retrasaron, informó el sitio flightstats.com.

Vientos calientes en Buenos Aires

El inusual calor veraniego del pasado 21 de diciembre se transformó en la ola de calor más intensa del último siglo en Argentina.

Para la gente acostumbrada a los templados climas de la nación rioplatense, las temperaturas por encima de 37 grados centígrados y con una sensación térmica superior a 40 grados, como las registradas en la provincia de Buenos Aires, pueden resultar fatales.

El calor amenaza la producción de soya y maíz del país, pues en la provincia de Santa Fe, donde están los cultivos, el termómetro ha marcado hasta 48 grados, reportó ayer el diario argentino Página 12. 

La ola de calor ha provocado al menos seis muertes, y cientos de personas se han enfermado ante los apagones generales que ocurren desde hace tres semanas en las principales ciudades ante la excesiva demanda de electricidad por el uso de ventiladores y aire acondicionado.

“Yo soy anémica y estoy muy débil. Hemos pasado días malos, de pobreza, pero esto es lo más grave que me tocó vivir”,  manifestó ayer a El Clarín Concepción Masino, una anciana de 90 años de la provincia de Tucumán.

 La falta de energía eléctrica despertó el descontento de miles de argentinos, quienes han salido a las calles para exigirle al gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner una solución a la crisis energética.

“Los graves conflictos que padeció su país mostraron funcionarios gastados, incapaces de resolver los problemas, desprovistos de cualquier sensibilidad política”, escribió ayer el analista Joaquín Morales en el diario argentino La Nación.

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