Con su reelección en duda, el presidente Barack Obama reconoció el jueves por la noche la lentitud del avance para superar los persistentes problemas económicos de Estados Unidos.
Sin embargo, aseguró en el cierre de la Convención Nacional Demócrata que “nuestros problemas pueden ser resueltos, nuestros desafíos pueden ser cumplidos”.
“Sí, nuestro camino es más difícil, pero conduce a un lugar mejor”, declaró Obama en su discurso central ante delegados de la convención y la nación.
En sus palabras mezcló la soluciones y propuestas para rescatar el país del meollo económico y a la vez lanzó una dura crítica a las propuestas de su rival republicano Mitt Romney.
“Me rehúso de pedirle a las familias de clase media que renuncien a querer tener casa propia o darle un mejor futuro a sus hijos solo para pagar otro recorte a los impuestos de los millonarios”, dijo el presidente en su discurso.
Ampliamente considerado como reservado, incluso un tanto esquivo, Obama reconoció “mis propias fallas” mientras pedía la oportunidad de un segundo mandato.
Citando un avance hacia la recuperación, Obama dijo que “después de una década que fue definida por lo que tomamos prestado, estamos regresando a los fundamentos y haciendo lo que Estados Unidos siempre ha hecho mejor: Estamos haciendo las cosas de nuevo”.
“Cuatro años más”, corearon los delegados mientras Obama, de 51 años, subía al podio y decía al público: “Ésta es la elección que enfrentamos.
Una y otra vez nuestros oponentes nos han dicho que los recortes en impuestos son la única solución”.
La primera dama Michelle Obama y las hijas de la pareja, Michelle y Sasha, subieron al escenario para unirse al presidente al finalizar el discurso, seguidas por otros integrantes de la familia y el vicepresidente Joe Biden.
El mandatario aprovechó para decirle a los presentes que las políticas propuestas por Romney como los recortes a impuestos, van en contra de la naturaleza del norteamericano.
“Insistimos en la responsabilidad personal y celebramos la iniciativa individual. No tenemos el éxito asegurado, nos lo tenemos que ganar”, mencionó Obama.
Hispanos insatisfechos
Inmigrantes sin la debida documentación expresaron el jueves insatisfacción con los demócratas porque durante su convención reiteraron su apoyo a la reforma migratoria mientras las deportaciones continúan.
Esto creó un temor a diario entre las numerosas familias hispanas de todo el país.
Varios de los 40 inmigrantes sin documentos que viajaron durante seis semanas desde Phoenix hasta Charlotte, en Carolina del Norte, expresaron su escepticismo incluso con la intervención en horario estelar que realizó la víspera la mexicana Benita Veliz para exponer los argumentos a favor del Dream Act.
Ireri Unzueta Carrasco, una mexicana de 25 años a quien sus padres llevaron sin autorización a Chicago, mencionó que Veliz “realmente no dijo mucho.
Qué bueno que la dejaron hablar, pero es un lip service (una declaración de la boca para afuera) para la comunidad, porque todavía siguen las deportaciones. Hablar en un podio no va a cambiar la realidad”.
Unzueta es una de las 40 pasajeras del Undocubus, una iniciativa de la organización activista No Papers, No Fear (Sin Papeles, Sin Miedo), que desde el 28 de julio han visitado varias ciudades estadounidenses para retar al presidente Barack Obama a que decida cuál prefiere que sea su legado como presidente: el que apoya a los inmigrantes no autorizados o el que ha realizado más deportaciones que nunca.
(Con información de AP)