El juicio de Joaquín Guzmán Loera en Nueva York continúa con las declaraciones del capo mexicano Tirso Martínez Sánchez, alias “El Futbolista”, quien aseguró en la Corte Federal de Brooklyn el miedo que llegó a sentir por ser parte del Cártel de Ciudad Juárez y de Sinaloa.
Este martes, el originario de Guadalajara confesó que era mucha presión la que se manejaba en ambos grupos criminales, en los cuales trabajó desde el año 1995 hasta el 2003. En 2004, fue detenido en México.
Ante el juez Brian Cogan y el jurado presente en la Corte, Martínez Sánchez confesó que siempre quiso trabajar con Guzmán Loera, pero que cuando éste le pidió que lo ayudara a transportar un cargamento grande de cocaína hacia Estados Unidos, a fines de 2001, se puso nervioso.
“Me asusté. Estaba entre la espada y la pared porque yo coordinaba todo con Vicente Carrillo”, confesó Martínez.
A inicios del 2000, los Carrillo Fuentes trabajaban para el Cártel de Sinaloa, el cual era liderado por el sinaloense, pero las tensiones entre Vicente y Joaquín apenas comenzaban.
“El futbolista” expuso que uno de los momentos más tensos de su vida en el mundo del narcotráfico, además de comenzar a trabajar con “El Chapo”, fue cuando en el 2001 otro de los líderes del Cártel de Sinaloa, Ismael “El Mayo” Zambada, le puso una pistola en la cabeza mientras lo acusaba de haber cambiado cocaína buena por mala en un cargamento de más de 300 kilos.
Martínez Sánchez, así como los testigos anteriores en contra de “El Chapo”, ha asegurado en sus declaraciones que el sinaloense sí era una de las personas que lideraba el Cártel de Sinaloa, un señalamiento que Guzmán Loera ha negado.
De acuerdo con el testimonio de Martínez Sánchez, el sinaloense llegó a manejar las rutas de tren que el Cártel de Sinaloa usaba para transportar droga colombiana desde México a Estados Unidos.