La moneda de cambio favorita: Trump vuelve a utilizar a los dreamers para pedir dinero para el muro fronterizo

El mandatario estadounidense vuelve a utilizar a los jóvenes migrantes como moneda de cambio para pedir dinero al Congreso para el muro fronterizo y amenazó con vetar en acuerdo presupuestal bipartidista si no se incluyen estos temas en el proyecto
Indigo Staff Indigo Staff Publicado el
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El presidente estadunidense Donald Trump amenazó hoy con vetar el acuerdo presupuestal aprobado por el Senado y la Cámara Baja, argumentando que no incluyó un alivio migratorio para los “dreamers” ni los fondos suficientes para el muro fronterizo.

“Estoy considerando un VETO a la Ley General de Gastos con base en el hecho de que los 800 mil beneficiarios de DACA (Programa de Acción Diferida para Llegados en la Infancia) han sido totalmente abandonados por los demócratas”, señaló Trump en un mensaje de su cuenta de Twitter.

“Y el MURO FRONTERIZO, que se necesita desesperadamente para nuestra defensa nacional, no fue financiado completamente”, añadió.

Si el presidente veta la iniciativa, se requieren dos terceras partes de los votos en la Cámara de Representantes y el Senado para ignorar el veto. Si no hay una solución antes de la medianoche de este viernes, el gobierno federal cerrará parcialmente el primer minuto del sábado.

La amenaza de veto de Trump causó sorpresa en Washington toda vez que colaboradores de la Casa Blanca habían asegurado a los negociadores republicanos y demócratas del Congreso que el mandatario promulgaría la ley de gastos, cuyo trámite legislativo fue completado después de la medianoche.

El Senado se sumó esta madrugada a la Cámara de Representantes para aprobar el paquete presupuestal por 1.3 billones de dólares que financia al gobierno federal hasta el 30 de septiembre.

El masivo paquete de más de dos mil 300 páginas de extensión excluyó todo arreglo para DACA e incluyó 641 millones de dólares para la construcción de 33 millas de nuevas bardas y diques en la frontera, pero no para el propuesto muro de concreto del presidente.

Los recursos para las bardas y diques forman parte de una asignación de 1.6 mil millones de dólares en seguridad fronteriza, incluidas mejoras tecnológicas, reparación de bardas existentes, barreras secundarias y peatonales.

El lenguaje del acuerdo establece con precisión que las barreras físicas corresponden a bardas y diques, pero no al muro de concreto propuesto por Trump. De hecho la construcción de las bardas había sido contemplada desde la Ley de Bardas Seguras de 2006.

El paquete incluyó fondos para combatir la epidemia de adicción a los opiáceos que cuesta la vida a más de 60 mil estadunidenses al año, pero excluyó los recursos para la ampliación del número de espacios de detención migratoria.

Demócratas aseguran que no cederán

Ante este panorama, las perspectivas de que el Congreso renueve el programa DACA que ampara de la deportación a los jóvenes conocidos como “dreamers” son muy escasas ya que los demócratas se oponen fervientemente a ayudar a Trump con su muro.

“Hasta que no dejen de actuar como idiotas y dejen de usar a los demócratas como rehenes para aprobar sus estúpidas leyes xenofóbicas como la del muro en la frontera, nada va a cambiar”, afirmó el miércoles el representante demócrata Rubén Gallego, miembro del bloque hispano.

Trump, por su parte, adoptó otra postura y dijo en un tuit: “Los demócratas se negaron a atender el DACA. Hubiera sido fácil, pero no les interesa. Tuve que pelear por los militares y por el inicio del Muro”.

Circuló la versión de que Trump comenzó a llamar a los líderes legislativos hace dos semanas para decirles que quería una financiación a largo plazo para el muro y que a cambio de eso estaba dispuesto a aceptar una renovación del programa DACA a corto plazo.

Trump dejó sin efecto el programa el año pasado, pero jueces federales dispusieron que el gobierno siga renovando los permisos de dos años hasta que se resuelva el tema en los tribunales.

Muchos republicanos se oponen terminantemente a proteger a cualquier inmigrante que esté en el país ilegalmente, incluidos los que fueron traídos de niños, y el jefe del bloque republicano de la cámara baja Paul Ryan se muestra reticente a someter a votación una propuesta que es resistida por la mayoría de sus correligionarios. Algunos republicanos, no obstante, querían un acuerdo, diciendo que los inmigrantes ayudan a la economía y que expulsar a cientos de miles de ellos que viven aquí desde niños podría ser un problema grave en las elecciones de mitad de término de noviembre.

“Dejamos pasar una gran oportunidad de hacer algo sustancial en relación con la inmigración”, se lamentó el senador republicano Lindsey Graham. “Creo que a la Casa Blanca se le fue la mano” con sus pretensiones.

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