La misión Starliner de Boeing regresa a la Tierra sin sus astronautas, tras varios accidentes
El vuelo tripulado debía ser la prueba final antes de comenzar operaciones regulares, pero tras tres meses de retrasos y fallos técnicos, los astronautas se quedaron varados en la EEI
Indigo StaffLa cápsula Starliner de Boeing regresó a la Tierra este sábado de manera segura en el desierto de White Sands, en Nuevo México, después de una misión de tres meses en la Estación Espacial Internacional (EEI).
Sin embargo, sus dos astronautas, Barry “Butch” Wilmore y Sunita “Suni” Williams, permanecerán en la Estación hasta que una nave de SpaceX los traiga de vuelta el próximo año.
El aterrizaje de la cápsula se produjo a las 00:01 hora local (04:01 GMT) y fue frenada por paracaídas y airbags para suavizar su descenso en el árido paisaje de Nuevo México. Equipos en tierra reportaron haber escuchado el estruendo sónico de la Starliner al entrar a la atmósfera terrestre, ya que se enfrentó a temperaturas de mil 650 grados Celsius.
Los problemas que frenaron la misión
El vuelo, que debía ser una prueba final antes de obtener la certificación para misiones regulares de transporte de astronautas hacia y desde la EEI, ha enfrentado múltiples contratiempos desde su lanzamiento en junio.
Fallos en los propulsores y fugas de helio durante el ascenso impidieron que la nave cumpliera su misión original, que inicialmente debía durar solo una semana.
La NASA determinó que no era seguro traer de vuelta a los astronautas en la Starliner, así que prefirió esperar por una nave de SpaceX hasta febrero de 2025.
El regreso exitoso de la Starliner sin tripulación marca el fin de una misión accidentada que ha puesto en riesgo el futuro del programa espacial tripulado de Boeing. La compañía enfrenta numerosos retrasos y fallos técnicos que han afectado su reputación en el sector aeroespacial.
Boeing vs. SpaceX
Boeing compite con SpaceX, quien ya ha realizado múltiples vuelos exitosos para la NASA desde 2020, dejando a Starliner relegada tras una serie de fallas críticas.
La misión Crew Flight Test (CFT) con Wilmore y Williams a bordo era clave para que Boeing demostrara la viabilidad de su nave para el transporte tripulado. Pese a que la compañía aseguró que podría superar los problemas técnicos, la NASA optó por una solución más cautelosa.
“La NASA y Boeing aprendieron una cantidad increíble sobre la Starliner en el entorno más extremo posible”, declaró Ken Bowersox, administrador adjunto de operaciones espaciales de la agencia, tras el aterrizaje.
Ahora, la NASA revisará cuidadosamente todos los aspectos de la misión antes de decidir los próximos pasos hacia la certificación de la nave.