Honduras: la huella de la corrupción
El presidente hondureño Juan Orlando Hernández es acusado de recibir dinero de grupos narcotraficantes. Esta actividad provoca violencia en un país que ahora tiene que recibir solicitantes de asilo
Mariana RecamierLa relación entre el narcotráfico y el gobierno de Honduras fue revelada en un juicio contra el hermano del presidente. El fiscal neoyorquino Jason Richman dijo que el acusado Juan Antonio ‘Tony’ Hernández, recibió un millón de dólares de la mano de Joaquín El Chapo Guzmán para que se lo entregara al mandatario hondureño, Juan Orlando Hernández.
Richman hizo esta revelación en los argumentos iniciales del juicio por narcotráfico contra Tony Hernández en el tribunal federal del distrito sur en Manhattan. El fiscal también afirmó que el jefe de Estado de Honduras recibió millones de dólares en sobornos de varios narcotraficantes.
Aunque apenas son las primeras acusaciones en un proceso legal que no tiene sentencia, no es la primera vez que el gobierno de Honduras es acusado de vincularse con el narcotráfico, actividad que deja un rastro de violencia por todo el país.
Un documento publicado en agosto por un tribunal federal de Nueva York implica al presidente hondureño en una conspiración con su hermano y otros funcionarios de alto nivel, incluido el expresidente Porfirio Lobo para usar el tráfico de drogas para mantener y aumentar su poder político.
El documento de 44 páginas, que está relacionado con el juicio de Tony Hernández, resume algunas de las pruebas clave recopiladas por los fiscales contra el acusado.
Los fiscales señalan que el hermano del presidente es un narcotraficante que presuntamente abusó de sus conexiones políticas para obtener ganancias personales y políticas y al menos dos veces ayudó a planear el asesinato de rivales del narcotráfico.
Según la evidencia presentada por el fiscal federal Geoffrey S. Berman, Tony Hernández pedía dinero a grupos delictivos para brindarles información sobre las actividades del gobierno y que ellos pudieran transportar cocaína a través de Honduras sin incidentes.
No es el único hondureño acusado de narcotráfico en un tribunal de Estados Unidos. Hasta la fecha, casi dos docenas de personas del país centroamericano han sido extraditados a territorio estadounidense para enfrentar cargos relacionados con el comercio de drogas.
Con múltiples procesos judiciales en curso, la evidencia recopilada por la DEA y los fiscales se ha filtrado en diversas ocasiones. El 29 de mayo, otro documento relacionado con el juicio de Tony Hernández reveló que su hermano, su hermana Hilda y otros funcionarios de alto nivel fueron objeto de una investigación de la DEA en 2013.
La oficina del presidente emitió un comunicado diciendo que la investigación de la DEA encontró que el presidente Hernández era inocente y que en la actualidad era un socio de confianza en la lucha de Estados Unidos contra el crimen organizado.
“El Departamento de Justicia de Estados Unidos no encontró evidencia para apoyar la acusación contra el presidente y sus colaboradores”, menciona el documento.
Otro documento relacionado con el juicio del narcotraficante hondureño condenado, Héctor Emilio Fernández, menciona que éste había pagado un soborno al expresidente Mel Zelaya durante su campaña de 2005.
Los actos de corrupción también se dan en las fuerzas policiacas. En enero de 2018, el presidente Hernández anunció que extendería el mandato de la Comisión Especial para la Depuración y Transformación de la Policía Nacional hasta enero de 2019.
Hasta abril de 2018, la comisión presentó al Ministerio Público más de mil 300 expedientes de policías expulsados para que fueran investigados por presuntas actividades delictivas, de acuerdo con los registros de la organización Human Rights Watch.
Violencia en Honduras
Estos actos de corrupción relacionada con el narcotráfico se traduce en violencia. El año pasado hubo 26 asesinatos en la Muskitia, una región hondureña de 90 mil habitantes, de acuerdo con el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras. En el departamento de Colón, vecino a la Muskitia, la tasa de homicidios fue de 42.4 por cada 100 mil habitantes.
Los miskitos y otros pueblos de la región se han visto involucrados en el negocio de la droga. Una treintena de miskitos fueron detenidos en junio por preparar una pista de aterrizaje para las avionetas de grupos relacionados con tráfico de estupefacientes.
Este fenómeno no solo corresponde a una región de Honduras. El país centroamericano es un lugar estratégico para el tráfico de narcóticos hacia Estados Unidos. El 85 por ciento de la droga que entra al país norteamericano procedente de América Latina hace escala en Honduras.
El tráfico de drogas en todo el país también se traduce en sus cifras nacionales de violencia. De enero a julio de 2019, hubo un promedio de 10 víctimas mortales diarias, con una tasa de 23.8 homicidios por cada 100 mil habitantes, de acuerdo con los registros del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.
Además, la violencia del narcotráfico en Honduras ahora afectará a los migrantes. Un acuerdo anunciado el miércoles pasado por Trump y el presidente de Honduras permitirá a Estados Unidos devolver a los solicitantes de asilo provenientes de terceros países a la nación centroamericana.