Tras la muerte de Mijaíl Gorbachov, exlíder de la URSS, especialistas destacan su posición ante Occidente y el no aferrarse

La herencia de Mijaíl Gorbachov, el último líder de la URSS

Tras la muerte de Mijaíl Gorbachov, exlíder de la URSS, especialistas destacan su posición ante Occidente y el no aferrarse a un proyecto sin posibilidades de sobrevivir; aspectos que, consideran, deberían tomar en cuenta los políticos contemporáneos para evitar conflictos mayores

Hace dos días, los medios internacionales estallaron con la muerte de Mijaíl Gorbachov, el último líder de la Unión Soviética (URSS), quien vivió sus últimos años de vida entre reacciones de odio y aplausos.

Las alabanzas hacia el ruso nacido en 1931 fueron originadas por ser el principal promotor del fin de la Guerra Fría, llevándolo a ganar el Premio Nobel de la Paz, mientras que las incitaciones de odio las provocaron sus escasas acciones para mantener unida a la URSS.

En diciembre de 2011, por ejemplo, 20 años después de que Gorbachov terminara su mandato, la organización rusa sin fines de lucro Levada Center, lanzó los resultados de una encuesta en la que se reveló que sólo el 14 por ciento de los encuestados tenía una actitud positiva hacia el exlíder de la Unión Soviética, mientras el 38 por ciento mostró una postura negativa.

El maestro Eduardo Palacios Cabrera, miembro del Centro de Estudios de Países Post-soviéticos y del Centro de Estudios sobre Eurasia, considera que debe analizarse siempre la figura de Gorbachov, sobre todo por la culpa de la que lo señalaban.

“Muchos lo culpan por la caída de la URSS cuando no fue así. Recibe un Estado soviético con mucha corrupción, que mantenía el privilegio de las élites políticas y que no generaba el suficiente dinero, que estaba en guerra y era decadente.

“Nunca tuvo la intención de destruir la Unión Soviética, sino que siempre buscó la supervivencia de la misma”, apunta el especialista, en referencia a las reformas de reestructuración económica que el líder ruso lanzó para impulsar a las 15 repúblicas autónomas que tenía a su cargo.

Ante la situación que llegó a vivir el último representante de la URSS, el maestro señala que la lección que deja hoy en día es su pragmatismo, pues a pesar de que se encontraba en una circunstancia tensa por la separación de la Unión con la primera salida de Lituania en 1990, decidió no aferrarse a un “proyecto moribundo”.

“Si hubiera habido alguien en su posición, que en lugar de darse cuenta de la situación de crisis como él lo hizo, se hubiera aferrado al pasado y con mano de hierro, con violencia, hubiera intentado mantener un proyecto que ya estaba moribundo”, dice el maestro.

Para el especialista en política internacional del espacio exsoviético, la lección que los políticos contemporáneos deberían aprender de Gorbachov es que muchas veces es más útil no dejarse llevar por nostalgias ideológicas, sino aceptar cuando algo ya llegó a su fin.

Diálogo: el otro legado de Gorbachov

Durante el gobierno de Mijaíl Gorbachov como líder de la Unión Soviética, otras de las acciones que lo caracterizaron fue su acercamiento con Occidente, principalmente con el gobierno estadounidense.

Con  los expresidentes Ronald Reagan y George Bush, por ejemplo, firmó una serie de acuerdos sobre el control de armas, llevándolo a ser reconocido como una de las figuras políticas mundiales que más se manifestó en contra de la violencia con armamento entre países.

La doctor Natalia Rivera Ángel, docente del departamento de Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, opina que es importante que los políticos contemporáneos recuerden la importancia del diálogo como una vez lo hizo Gorbachov, pues sólo con ello se pueden llegar a negociaciones.

Con la administración rusa, sin embargo, la docente señala que es poco probable que el presidente Vladimir Putin replique las acciones de Gorbachov debido a que son figuras completamente diferentes.

“En el momento actual, Gorbachov es una figura olvidada por lo menos en el gobierno de Putin y no creo que él pueda rescatar algo de su legado porque son figuras diferentes, sobre todo en el diálogo con Occidente.

“Sin embargo, en el resto del mundo deberíamos entender que la distensión fomenta el diálogo y eso a encuentros que pueden ayudar a aliviar un problema”, menciona la catedrática.

A excepción de Rusia, se espera que una gran parte de la comunidad internacional rescate la manera en la que el último líder de la URSS intentó mantener su estabilidad política a través del diálogo y reformas internas, dejando de lado las acciones violentas o las confrontaciones.

Joe Biden, presidente de Estados Unidos, es quien podría rescatar las acciones de Gorbachov en su relación con su igual ruso, sobre todo en el marco de la invasión a Ucrania en la que la Unión Americana ha impuesto diversas sanciones económicas a Rusia.

Se espera que, así como lo hizo Gorbachov, Estados Unidos continúe al margen en materia armamentística y evite enfrentamientos que lo alejen de los acuerdos que en algún momento logró con el último líder de la URSS.

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