Cisjordania se encuentra bajo el control parcial de la Autoridad Nacional Palestina y su presidente Mahmud Abás. Foto: Especial

La guerra contra Hamás y su efecto en Cisjordania

En 10 meses de conflicto entre Israel y el grupo terrorista islámico los territorios palestinos al este de israel han visto un aumento en las redadas, detenciones y en la adjudicación de tierras

Al este de Israel, el territorio palestino de Cisjordania ha experimentado los estragos de una guerra a orillas del Mediterraneo.

En los 10 meses del conflicto entre Israel y Hamás, la población de Cisjordania ha visto su territorio reducirse y sus condiciones empeorar, como así ocurrió en el más reciente enfrentamiento en el que nueve palestinos murieron.

Al norte de Cisjordania, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) llevaron a cabo un ataque a las afueras de la ciudad de Tulkarem, donde murieron cinco personas que Hamás identificó como militantes, uno de ellos comandante del ala armada del grupo terrorista. Al respecto, Israel declaró que la eliminación de los objetivos se dio cuando estos se encontraban en camino a realizar un ataque y horas más tarde se culminó la muerte de otros cuatro militantes de Hamás.

Como respuesta a los ataques ocurridos en las proximidades de Tulkarem, las fuerzas israelíes realizaron una redada en la ciudad que resultó en el enfrentamiento con los habitantes.

Desde los eventos del 7 de octubre, las incursiones israelíes en los territorios ocupados de Cisjordania han aumentado hasta convertirse en una situación cotidiana. En Tulkarem, comunidad donde tanto Hamás como la Yihad Islámica tienen presencia, maquinaria pesada ha destruido hogares e infraestructura.

Si bien la presencia de grupos extremistas como Hamás o la Yihad Islámica en los territorios bajo el control parcial de la Autoridad Nacional Palestina es limitada, la persecución de sus militantes en Cisjordania causa daños colaterales que aumentan la tensión en el área, ejemplo de ello es la muerte de cuatro civiles en un bombardeo en la ciudad de Yenín ocurrido ayer.

Israel ocupa ilegalmente Cisjordania

Pese a que las fuerzas israelíes no consideran a Cisjordania un territorio en conflicto, la presencia de las fuerzas israelíes en ese territorio constituye una ocupación ilegal, de acuerdo con un fallo publicado el mes pasado por la Corte Internacional de Justicia. Durante los 10 meses de guerra, el conflicto ha causado la muerte de 579 palestinos, 143 de ellos infantes.

En opinión del internacionalista Rubén Ramos Muñoz, profesor de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón de la UNAM, a raíz de los ataques del 7 de octubre, la violencia generada a partir de la ocupación israelí de los territorios en Cisjordania se ha agravado.

“A partir de ese momento comenzó a surgir un problema más sistemático en Cisjordania en el que aumentó la violencia, aumentaron los retenes y también el repudio por parte de los israelíes hacia la comunidad palestina y, evidentemente, conforme fueron avanzando los ataques en Gaza, el ambiente en Cisjordania se fue haciendo más hostil. Comenzaron protestas palestinas a la par de revanchas israelíes y eso provocó un aumento en la violencia entre las dos comunidades”, señala el académico.

Los enfrentamientos entre colonos israelíes y nativos palestinos son recurrentes, y en ocasiones ocurren bajo la protección del ejército israelí, como reportó la agencia de noticias de la Autoridad Nacional Palestina a lo sucedido ayer cuando al sur del territorio ciudadanos israelíes lanzaron piedras contra vehículos con placas palestinas y bloquearon la entrada de la ciudad de al-Bireh.

La política expansionista de Israel lleva consigo presencia policiaca para la protección de sus colonos, una decisión que el profesor Ramos Muñoza asegura que genera desconfianza entre palestinos e israelíes.

El proyecto colonizador israelí de los territorios palestinos se ha expandido con cada conflicto. Ejemplo de ello es que previo a la decisión de la Corte Internacional de Justicia, el ministro de finanzas israelí, Bezalel Smotrich, llamó a anexar Cisjordania, siendo rechazado por la comunidad árabe y el derecho internacional.

Las condiciones de vida en el territorio palestino

Para los palestinos que viven en Cisjordania, las posibilidades de ser detenidos por las autoridades israelíes han aumentado significativamente desde el inicio del conflicto contra Hamás. De acuerdo con la Comisión para Asuntos de Detenidos y la Sociedad Palestina de Prisioneros, en más de 300 días de guerra se han producido nueve mil 920 arrestos, entre los cuales 345 son mujeres, 690 niños y 93 periodistas.

Desde el inicio de la guerra contra Hamás se han expedido más de siete mil 500 órdenes de detención administrativa, una figura jurídica que permite a las autoridades israelíes detener prisioneros de manera indefinida sin presentar cargos y sin revelar las pruebas que tienen en contra de los detenidos. Actualmente, tres mil 432 palestinos se encuentran sujetos a esta figura, mil 584 de ellos clasificados como combatientes.

Una vez dentro de los centros de detención las condiciones pueden ser violatorias en materia de derechos humanos. De acuerdo con un reporte del Centro de Información Israelí para los Derechos Humanos en los Territorios Ocupados (B’TSELEM) con base en testimonios de 55 ex prisioneros detenidos desde el 7 de octubre, las prisiones militares y civiles ejercen una política de abuso en la que sus ocupantes son sometidos deliberadamente a condiciones “incesantes de dolor y sufrimiento que operan como campos de tortura de facto”.

La escalada de violencia en Cisjordania desde los ataques del 7 de octubre también ha tenido como consecuencia un rápido deterioro en las condiciones de salud de la población. Un reporte de Médicos sin Fronteras detalla que en la ciudad de Hebrón las clínicas han cerrado, las farmacias no tienen medicamentos, las ambulancias son objeto de bloqueos y ataques y al personal médico no se le permite el acceso a las zonas con mayores restricciones.

La ocupación ilegal de Cisjordania por parte de colonos israelíes, apoyada como política de Estado, dificulta aún más los intentos de paz en la región. Para el profesor Ramos Muñoz, el aumento de la violencia y la expansión territorial israelí en Cisjordania a raíz de los ataques del 7 de octubre provoca “el repudio” de la comunidad árabe y la condena internacional.

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