La graciosa huida de Johnson
Boris Johnson, principal promotor del Brexit y el hasta ayer favorito a convertirse en el próximo Primer Ministro de Reino Unido, renunció a sus ambiciones y se retiró de la carrera para suceder a David Cameron.
El excéntrico exalcalde de Londres dejó pasar la posibilidad de ser el líder que encabezará la transición de salida de Gran Bretaña de la Unión Europea.
En el sorpresivo anuncio Johnson señaló que el país necesita un Primer Ministro que convierta al Reino Unido en una nación que mire al exterior.
Boris Johnson, principal promotor del Brexit y el hasta ayer favorito a convertirse en el próximo Primer Ministro de Reino Unido, renunció a sus ambiciones y se retiró de la carrera para suceder a David Cameron.
El excéntrico exalcalde de Londres dejó pasar la posibilidad de ser el líder que encabezará la transición de salida de Gran Bretaña de la Unión Europea.
En el sorpresivo anuncio Johnson señaló que el país necesita un Primer Ministro que convierta al Reino Unido en una nación que mire al exterior.
“Habiendo consultado a mis colegas y a la vista de las circunstancias en el Parlamento, he llegado a la conclusión de que esa persona no puedo ser yo”, puntualizó.
Tras el triunfo del Brexit en el referendo de la semana pasada, Cameron anunció que renunciaría a su cargo en octubre, pues considera que el país necesita un nuevo liderazgo para el camino que queda por delante con la salida de la Unión Europea.
En este escenario, Johnson era señalado como el gran favorito para tomar las riendas, y se esperaba que en el mensaje de ayer confirmara sus intenciones, sin embargo, eso no pasó.
Johnson habló de la continuidad del gran legado de Cameron y de las oportunidades que se abrirán para el país cuando recupere su soberanía, para al final sorprender con su renuncia, aunque aseguró que será un apoyo para la próxima administración.
“Mi papel consistirá en dar todo el apoyo posible al próximo gobierno conservador para asegurarnos de que cumplimos adecuadamente el mandato que la gente realizó en el referéndum y defender la agenda en la que creo”, indicó.
Se abre el juego
La claudicación de Johnson se produce tras el anuncio, apenas unas horas antes, del ministro de Justicia, Michael Gove, quien fue uno de los principales líderes de la campaña por el Brexit.
Gove afirmó que buscará por su cuenta suceder a David Cameron, cuando en los últimos días se pronosticaba que acompañaría a Johnson como número dos en su candidatura por el cargo de
Primer Ministro.
Tras el triunfo del Brexit, Johnson partía con ventaja para convertirse en Primer Ministro, sin embargo, un gran número de diputados se resistían a la idea de que el exalcalde londinense se pusiera al frente del país en las complicadas negociaciones que vienen.
De esta forma, los legisladores maniobraron para conformar una candidatura para contrarrestar a Johnson, y encontraron en Theresa May, ministra del Interior, a una figura capaz de unificar al Partido Conservador y quien fue una de las defensoras de la permanencia.
Tras la decisión de Johnson, el camino queda libre para una lucha entre Gove y May, quienes parten como favoritos para la sucesión.
Otros de los aspirantes –aunque en principio parten con menores posibilidades– son Liam Fox, exministro de Defensa; Andrea Leadson, actual ministra de Energía y Stephen Crabb, ministro de Pensiones, quienes ya han expresado su deseo de ponerse al frente del gobierno británico.
El agitador
Alexander Boris de Pfeffel Johnson, de 52 años, nació en Nueva York, Estados Unidos, en 1964, y tuvo la ciudadanía estadounidense hasta 2006.
En 2001, ocupó su primer cargo público, cuando logró un lugar en el Parlamento representando al distrito conservador de Henly, en el condado de Oxfordshire, y desde entonces se caracterizó por sus polémicos comentarios.
Durante 2004, fungió como vicepresidente del Partido Conservador, y en 2005, con la llegada de
David Cameron al liderazgo de los conservadores, fue nombrado portavoz del partido.
El 2007 sería el año en que su carrera política se catapultó, pues en julio anunció su intención de convertirse en el candidato conservador a la alcaldía de Londres, lo confirmó en septiembre del mismo año.
Fue electo en 2008, superando por más de 100 mil votos al entonces alcalde, Ken Livingstone, y desde el principio tomó decisiones populares como prohibir el consumo de alcohol en el transporte público y el lanzamiento de un sistema de alquiler de bicicletas.
En 2012 fue reelecto y aseguró en una entrevista con la BBC que su cargo como alcalde sería su último gran trabajo en la política inglesa.
Sin embargo, en 2015 se presentó nuevamente al parlamento. Según el sistema político de Gran Bretaña, para poder ser Primer Ministro o Ministro, hay que ser miembro del Parlamento.
Desde su escaño, comenzó una vigorosa campaña en favor de abandonar la Unión Europea, siendo el rostro más visible de la campaña por el Brexit.