Con las encuestas con menos de tres puntos de diferencia, los candidatos a la presidencia de los Estados Unidos, Kamala Harris y Donald Trump, se enfrentaron en su primer, y probablemente único, debate de la temporada electoral 2024.
El primer tema en el encuentro fue también la primera preocupación de los votantes estadounidenses en este ciclo electoral: la economía. A poco menos de dos meses de que abran las casillas la mayoría del electorado, 55 por ciento considera que la opción republicana de Donald Trump está más capacitada para manejar la economía que la candidata demócrata, de acuerdo con encuestas realizadas por PEW Research Center.
El magnate ha declarado en múltiples ocasiones que bajo su administración Estados Unidos gozó de la mejor economía de su historia. Trump atribuye el éxito económico de su gobierno a las medidas arancelarias y los recortes a los impuestos implementados con él en la Casa Blanca; sin embargo, los números cuentan otra historia.
Aun excluyendo la pandemia de Covid-19, que llevó a Estados Unidos a su peor momento financiero desde la recesión de 2008, la economía con Trump no fue tan impresionante como el republicano la recuerda.
La creación de empleos de 2016 a 2019 se mantuvo relativamente similar a años anteriores, su gobierno incurrió en un gran déficit presupuestario y el Producto Interno Bruto creció a menos de lo prometido por Trump; aun excluyendo los datos de la pandemia, la Unión Americana creció a un ritmo de 2.46 por ciento anual con el magnate como presidente.
Pese a que la economía estadounidense bajo el gobierno de Trump no fue la mejor de la historia, como al candidato le gusta presumir, una de las mayores complicaciones para la administración de Joe Biden ha sido comunicar sus logros en esta materia.
Para contrarrestar la percepción que los estadounidenses tienen de la administración de la que forma parte, la vicepresidenta Kamala Harris apeló a su pasado como hija de inmigrantes de una familia de clase media para hablar de sus propuestas para un país más prospero en lo que su plataforma denomina como “economía de las oportunidades”.
La propuesta de la demócrata incluye créditos fiscales para familias con niños, apoyos a pequeños negocios, así como la reducción de bienes de primera necesidad y servicios médicos, medidas que continúan con las políticas de la administración Biden.
En los últimos cuatro años los estadounidenses han tenido una preocupación en mente, la inflación. Una de las peores métricas en el gobierno de Biden ha sido el aumento generalizado de los precios, más aún en alimentos; sin embargo, tras una alza inflacionaria en los primeros años de su mandato, la administración de la que forma parte la candidata Harris ha logrado reducir la inflación, aunque continúa más alta que cuando Trump dejó la presidencia.
La creación de empleo es otro de los logros del gobierno demócrata. Tras una crisis de desempleo provocada por la pandemia, Harris y Biden impulsaron la creación de 14.4 millones de empleos en los primeros tres años, en contraste con Trump, que solo logró 6.4. Además, los salarios promedio de los estadounidenses han aumentado en términos reales.
Si bien los estadounidenses consideran que la economía estadounidense es mejor manejada por el partido del elefante, el último gobierno demócrata obtuvo mejores resultados en materia económica que el capitaneado por el magnate de Nueva York.
