Hace unos meses el mundo se conmocionó con los efectos caníbales que provocaba el uso de la droga conocida como “sales de baño”, hasta que apareció una sustancia que se “come” a las personas que la consumen.
Un centro médico de Arizona reportó los primeros dos casos en Estados Unidos del uso de la droga conocida como “krokodril”, que carcome el tejido muscular y deja a los adictos con la piel semejante a la de los reptiles, antes de causarles la muerte.
Dos adictos a esta sustancia llegaron la semana pasada a la sala de emergencia del Centro de Control de Envenenamiento y Drogas Banner de Arizona con daños musculares, huesos descubiertos y la piel parecida a la de un cocodrilo.
A pesar de sus efectos, esta droga se ha consumido en Rusia desde hace poco más de una década, pero no se había visto en EU hasta ahora.
Su consumo en Rusia se ha extendido tanto que desde 2010 unos 2.5 millones de personas han acudido a buscar tratamiento en centros de adicción, pero se estima que hay tres millones de adictos en ese país.
De acuerdo con las autoridades de salud rusas, el adicto al “krokodril” tiene un promedio de vida de uno a tres años, e incluso quienes logran dejar la adicción sufren lesiones que los desfiguran de por vida.
El origen del mal
El nombre médico de esta sustancia, que fue inventada en 1932 como un derivado de la morfina, es desomorfina. Sus efectos sedantes y analgésicos son de ocho a 10 veces más potentes que esa droga.
“Krokodil” es una versión casera –y por lo tanto más barata– de la desomorfina, cuyos ingredientes incluyen gasolina, thinner, ácido hidroclórico y líquido de encendedor.
Su uso continuo provoca que los vasos sanguíneos estallen, dejan la piel de un tono verde y con textura escamosa, además provoca gangrena.
(Con información de Notimex)
