Venezuela continúa en crisis. A pesar de que en los años 50 el país petrolero tenía la mayor capacidad eléctrica en toda América Latina, hoy tiene problemas de luz constantes que afectan a todos los caraqueños.
La capital venezolana sufrió ayer un segundo apagón en menos de 24 horas debido a las reparaciones en una línea del sistema eléctrico, así lo informó el ministro de Energía Eléctrica.
“Compatriotas, debido a la reparación del cable seccionado el día de ayer (miércoles), habrá interrupción del servicio mientras duren los trabajos. Se activarán los circuitos paulatinamente”, anunció Luis Motta Domínguez a través de Twitter, después de que varias urbanizaciones del este y oeste de Caracas se quedaran sin electricidad desde las 11:30 hora local.
La historia
La electrificación y el desarrollo eléctrico en Venezuela está estrechamente ligado a la explotación petrolera del país latino. El primer impulso en la electrificación se produjo como consecuencia del suministro de combustibles venezolanos a las potencias aliadas durante la segunda guerra mundial.
A partir de la disponibilidad nacional de destilados petroleros a bajo costo fue como se comenzaron a construir centrales termoeléctricas en todo el país y se avanzó en la electrificación de pueblos y aldeas, mejorando las comunicaciones, las infraestructuras públicas y de servicios en la mayor parte de las ciudades del país.
La capacidad eléctrica tuvo un incremento del 23.11 por ciento, la más elevada en toda América Latina hasta 1960.
Entre 1969 y 1978, la recién creada empresa estatal Compañía Anónima de Administración y Fomento Eléctrico (CADAFE) emprendió un programa masivo de electrificación, en el que se cubrió el 50 por ciento de todo el territorio. En 1979 se inició una segunda fase, dando al 77 por ciento de la población un acceso confiable y continuo a la electricidad.
Migrantes venezolanos duermen en calles de Brasil
Debido a la crisis sociopolítica que vive Venezuela, cerca de 40 mil venezolanos ha decidido buscar un hogar en Brasil, donde no tienen las mejores instalaciones para vivir.
Los venezolanos, quienes salieron del gobierno madurista, pasan las noches en las calles brasileñas, donde arman carpas, o simplemente se dejan caer sobre cartones.
“Pasamos la noche cerca de la terminal de autobuses, afuera de tiendas de automóviles o afuera de comercios (…) Algunos brasileños nos tratan mal, pero no todos”, dijo Anyi Gómez, una joven de 19 años al medio El Nacional.
Boa Vista, capital de Roraima, ha recibido a 35 mil venezolanos ilegales en los últimos dos años. Actualmente, 10 mil de estas personas no tienen un hogar, de acuerdo con las autoridades brasileñas.
Aunque en un principio el gobierno brasileño no tomaba cartas en el asunto, el presidente Michel Temer autorizó ayer el uso de tropas del Ejército en el estado de Roraima, fronterizo con Venezuela, para garantizar la seguridad ante la llegada de miles de inmigrantes en los últimos meses.