Justin Trudeau y el Partido Liberal ganaron las elecciones generales en Canadá, con lo que aseguraron la reelección del primer ministro, pero no la mayoría en el Parlamento del país de América del Norte.
El efecto Trudeau que lo llevó a la presidencia en 2015 comienza a apagarse, por lo que en estos comicios el Partido Liberal que lidera solamente obtuvo 157 escaños, perdiendo 20 de los que tenía. Para ser la institución política mayoritaria necesitaba 170 escaños.
Esta nueva arquitectura en el Parlamento, obligará a los liberales a buscar el apoyo de un partido opositor para que se aprueben sus proyectos de ley.
El Partido Conservador obtuvo 121 puestos, ganando 26 escaños respecto a 2015; el Bloc Québécois ganó 22 escaños posicionándose en los 32 y el Nuevo Partido Democrático perdió 15 lugares por lo que solamente tendrá a 24 legisladores en el Congreso.
Pese a la victoria a medias, Trudeau dijo que los canadienses rechazaron la división y la negatividad a favor de un plan de gobierno progresista.
“A quienes no votaron por nosotros, sepan que trabajaremos cada día para ustedes, gobernaremos para todos”, dijo el liberal.
En las calles de las principales ciudades de Canadá, los simpatizantes entonaron cánticos de “cuatro años más” haciendo referencia a su reelección. Y es que durante la campaña electoral, las principales encuestas apuntaba a un empate técnico entre los liberales liderados por Justin Trudeau y los Conservadores que abanderaba Andrew Scheer.
Según especialistas consultados por medios internacionales, lo más probable es que el Partido Liberal forme alianza con el partido de izquierda Nuevos Demócratas, ya que con sus 24 escaños les alcanzará y sobrará para lograr la mayoría.
Una carrera llena de escándalos para Justin Trudeau
El que Justin Trudeau ganara las elecciones fue complicado, ya que durante el último año de su gobierno estuvo envuelto en varios escándalos de corrupción.
A inicios del 2019 se le acusó de haber presionado a la fiscal general para interferir en la investigación criminal contra la constructora SNC-Lavalin.
Además de la corrupción, el primer ministro fue duramente criticado por el uso excesivo de trajes tradicionales durante su visita a India, por reunirse con extremistas sij y por aceptar unas vacaciones pagadas por el Aga Khan para él y toda su familia en una isla privada de las Bahamas.
Durante la campaña electoral, aparecieron fotografías de hace casi 20 años en las que aparece Trudeau pintado de negro, lo que fue considerado como racista.
Su opositor, Andrew Scheer confesó que su partido había filtrado las imágenes para “comprobar su veracidad”, mientras que el propio Trudeau reconoció que la imagen era “racista” y que había sido un error disfrazarse para pretender ser una persona de color.
“Estoy avergonzado. El hecho es que no entendía lo dañino que es para la gente que viven discriminación cada día. Lo que hice, ha hecho daño a gente que no deberían tener que enfrentarse a la intolerancia y discriminación por su identidad. Es algo que lamento profundamente”, reconoció Trudeau.
