Durante los más de dos años de guerra civil en Siria, los rebeldes que buscan derrocar al presidente Bashar al Assad han buscado recibir ayuda de países extranjeros.
Sin embargo, un nuevo anuncio le ha dado un giro rotundo a la guerrilla.
El Frente Al-Nusra, con gran presencia en las zonas rurales de ese país de Medio Oriente, confirmó la fusión con grupos extremistas como la facción iraquí de Al Qaeda.
Aunque el Frente apenas representa una fracción de las diferentes milicias que conforman la rebelión, la noticia aleja aún más a los insurgentes del potencial envío de ayuda occidental.
Además, prende los focos rojos para países como Estados Unidos.
Los norteamericanos temían lo que ya era un secreto a voces: la incursión de fundamentalistas en una insurrección que pasó de ser una lucha motivada por el hastío de la mayoría de la población sunita –rama del Islam y que representa el 74 por ciento de la población– con el gobierno dictatorial de la dinastía Al Assad y la élite que practica el alauismo –otra confesión musulmana– a una lucha sectaria.
Abu Mohammed al Julani, supuesto líder de la célula rebelde, dijo en un video publicado en YouTube: “Los hijos del Frente Al-Nusra se comprometen a ser leales a Sheikh Ayman al-Zawahiri (actual líder de Al Qaeda)”, reportó la cadena catarí Al Jazeera.
Sin embargo, Al Julani agregó que los líderes del Frente “no fueron consultados” de la decisión y se enteraron de la fusión una vez que se ventiló a través de los medios.
La facción que originalmente decidió la alianza fue la que encabeza Abu Bakr al-Baghadadi, líder del Estado Islámico de Irak o Al Qaeda en Irak.
La unión de estas diferentes fuerzas aumentan el poderío del los grupos de sirios que buscan quitar del poder a Bashar al Assad, quien desde el 15 de marzo de 2011 se aferra a la silla presidencial.
En ese año, la Primavera Árabe contagió a varios países de la región que se alzaron para protestar y luchar contra autócratas con varias décadas acumuladas en el gobierno.