El jurado encargado del juicio contra el expresidente Donald Trump retomó sus deliberaciones el jueves luego de revisar nuevamente partes cruciales de las instrucciones del juez y escuchar testimonios clave relacionados con el caso. Trump enfrenta cargos por presuntamente pagar para ocultar denuncias que podrían perjudicarlo.
Tras aproximadamente cuatro horas y media de deliberaciones el miércoles, el jurado de 12 personas no logró alcanzar un veredicto. Antes del cierre del día, solicitaron reescuchar el testimonio de un editor sensacionalista y del exabogado de Trump. El jueves, el juez atendió una solicitud adicional del jurado al releer 30 páginas de instrucciones sobre cómo inferir evidencia.
El tiempo que tomarán estas deliberaciones en el tribunal de Nueva York sigue siendo incierto. Un veredicto de culpabilidad marcaría un giro legal sorprendente para Trump, quien busca retornar a la Casa Blanca como candidato presidencial republicano. Por otro lado, una absolución sería una victoria significativa para él, fortaleciéndolo en su campaña electoral. Sin embargo, si el jurado no logra un consenso, el caso podría terminar en un juicio nulo.
Trump muestra pesimismo a la espera del veredicto
Trump expresó pesimismo el miércoles al salir del tribunal, comentando que “ni la Madre Teresa podría vencer estos cargos”. Al regresar el jueves, calificó el día como “triste para Estados Unidos”, repitiendo su afirmación de que el sistema está manipulado, similar a sus quejas previas sobre las elecciones presidenciales de 2020 y las primarias republicanas de 2016.
Los asesores principales de la campaña de Trump criticaron el proceso en un memorando del miércoles por la noche, describiéndolo como un “tribunal ilegítimo” y argumentando que el resultado del caso no tendrá impacto en las elecciones de noviembre.
¿De qué acusan a Trump?
Trump enfrenta 34 cargos de falsificación de registros comerciales en su empresa, relacionados con un presunto plan para encubrir historias vergonzosas durante la campaña electoral presidencial de 2016.
Los cargos surgen de los reembolsos pagados a su exabogado, Michael Cohen, después de que éste silenciara las afirmaciones de la actriz porno Stormy Daniels sobre un encuentro con Trump en 2006.
Trump está acusado de tergiversar estos reembolsos como gastos legales en documentos empresariales para ocultar su verdadera naturaleza como soborno.