Julian Assange, cerca de la extradición a Estados Unidos por cargos de espionaje e intrusión informática

Luego de permanecer dos años en Londres, el periodista es solicitado por el gobierno de Estados Unidos a fin de enjuiciarlo en su territorio, un movimiento que tiene altas probabilidades de llevarse a cabo a menos de que el australiano siga apelando a la defensa de sus derechos humanos
Fernanda Muñoz Fernanda Muñoz Publicado el
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El proceso legal contra el periodista Julian Assange continúa. A dos años de ingresar a una prisión británica, las autoridades estadounidenses siguen buscándolo para extraditarlo y enjuiciarlo por cargos de espionaje e intrusión informática.

Sin embargo, eso ha sido imposible hasta el momento, pues desde enero pasado, cuando se intentó enviarlo a la Unión Americana, la jueza Vanessa Baraitser impidió hacer el cambio, argumentando que Assange tenía problemas de salud.

Según Baraitser, si el fundador de WikiLeaks era trasladado, las posibilidades de que intentara suicidarse eran muy altas al encontrarse con las condiciones tan duras que caracterizan a las prisiones estadounidenses.

En ese sentido, el pasado jueves 28 de octubre, el gobierno de Estados Unidos le pidió al Alto Tribunal de Reino Unido revocar la decisión de la jueza, asegurando que el australiano podría cumplir la sentencia que se le dictara en su país de origen, dejando de lado cualquier estancia norteamericana.

Además, James Lewis, abogado del gobierno estadounidense, argumentó que Baraitser erró cuando argumentó que Assange corría riesgo de suicidarse debido a las condiciones opresivas en las que supuestamente se encontraría, pues ya se había establecido que no sería sujeto a situaciones de aislamiento estricto y, de ser condenado, podría ser enviado a Australia.

A pesar de esas declaraciones, la defensa en contra de la extradición de Assange se ha reforzado en los últimos días, siendo Amnistía Internacional una de las organizaciones que más lo han respaldado a través de la consigna “¡Libertad para Assange!”.

Arlene Ramírez, doctora en Relaciones Internacionales y académica del Tecnológico de Monterrey, opina ante este caso que es muy factible que la extradición llegue a concretarse, sobre todo por que ya se hacía venir desde años atrás al ser Julian Assange quien le dio pie al tema de los ciberataques y la protección de datos, asuntos que han puesto en jaque a las autoridades estadounidenses.

Por otro lado, asegura que con el fin de no perjudicar las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y Reino Unido, las cuales han sido estrechas por años, es probable que ambos países decidan llegar a un acuerdo diplomático en el que coincidan en que lo más sano es la extradición y la ejecución de un juicio.

El único problema que podría llevarse a cabo, dice Ramírez, es que no exista suficiente solidez como para proceder a una sentencia en su contra, debido a que las leyes en torno a la ciberseguridad aún no se han desarrollado al 100 por ciento en Estados Unidos, así como en ningún otro país.

En ese sentido, lo que se espera es que en el corto plazo el gobierno federal estadounidense emita un mensaje, a través del cual deje en claro la postura legal que tendrá sobre el caso Assange, y así las autoridades puedan proceder.

“Una de las cosas que se podría esperar es una postura del gobierno de los Estados Unidos sobre la estrategia que seguirá en el eventual juicio a Julian Assange. Eso es fundamental porque con ello se va a detonar el perfil de otros países involucrados en la exposición de información clasificada de WikiLeaks”, detalla Ramírez.

La última carta de Julian Assange

Desde hace 10 años, Julian Assange no ha dejado de ser tema de conversación a nivel mundial, sobre todo por sus tácticas para no pisar una cárcel de alta seguridad o ser extraditado.

Una de sus armas de defensa ha sido apelar por sus derechos humanos y su libertad de expresión, lo que finalmente lo ha llevado a tener protección de diferentes países, como cuando el gobierno de Ecuador le ofreció asilo en su embajada de Londres.

Actualmente, y con el paso de los años, no se espera que esta sea la excepción y muestre el as que le queda bajo la manga, como seguir defendiendo a toda costa sus derechos a nivel internacional.

“Él ha hecho uso de recursos de derecho internacional, apelando al asilo sobre todo con cuestiones humanitarias. En ese sentido, Julian Assange puede volver a apelar a ese derecho que tenemos todos los individuos y argumentar que una extradición no solamente violenta los derechos humanos, sino que transgrede la dignidad humana”, dice la doctora Ramírez.

Asimismo, añade que otra vía para defenderse es que se demuestre que la justicia de los Estados Unidos llegó a incurrir en prácticas que vulneraron su privacidad tras revisar su computadora u otros objetos, o que se haya visto amenazada su integridad física, intelectual y moral con el fin de extraditarlo.

De ese modo, aún queda esperar cuál seguirá siendo la respuesta de la defensa del periodista, así como de sus familiares y seguidores, y qué métodos irá presentando la administración norteamericana.

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