Joe Biden hereda a Trump relaciones diplomáticas estables

Pese a que el demócrata afianzó las relaciones diplomáticas con la comunidad intencional en las cumbres del G-20 y la APEC, Trump podría reducir sus relaciones una vez que llegue a la Casa Blanca
Fernanda Muñoz Fernanda Muñoz Publicado el
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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, está protagonizando sus últimas apariciones públicas antes de terminar su cuatrienio.

Mientras el equipo del demócrata y del presidente electo, Donald Trump, trabajan en el intercambio de poderes, Biden intenta dejar la mejor cara de Estados Unidos ante el mundo.

Ayer, el mandatario hizo su último viaje internacional como presidente a Brasil para participar en la Cumbre del G-20. El mandatario tuvo una reunión de trabajo con su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y el representante de Río de Janeiro, además de que se encontró con otros homólogos de la región, incluida la presidenta Claudia Sheinbaum.  

“Seguiremos abordando la migración, la violencia criminal trasnacional y las cuestiones económicas desde una perspectiva de cooperación”, reafirmó Biden sobre la relación con el nuevo gobierno de la Cuarta Transformación.

Biden también visitó la Amazonia, zona de interés internacional por las aportaciones en flora y fauna por las que también tendrá que velar el gabinete de Trump, y se reunió con los presidentes de China, Perú, Japón y el primer ministro de Corea del Sur.

Biden y su alcance con Asia

Con sus pares asiáticos, el demócrata se dijo orgulloso del lugar al que los llevaron sus convenios en el pasado: promoviendo el desarrollo en el sudeste asiático y en las islas del Pacífico, y conteniendo a Corea del Norte y su cooperación con Rusia.

Durante la reunión con Xi Jinping, presidente de China, el estadounidense cerró su cuatrienio afirmando que ambas potencias “pueden tener una relación estrecha centrada en la competencia, (más) no en el conflicto”; una postura con la que deja de lado las fricciones que en los últimos cuatro años pudo protagonizar con ese país, principalmente por el respaldo a Taiwán.

Aunque Biden le hereda a Trump una alianza estable con China, será labor del gabinete republicano mantenerla o quebrarla como lo hizo en su primera administración al chocar sus intereses económicos y geopolíticos.

Las últimas interacciones de Biden con otros presidentes se dio durante su participación en la APEC, el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, donde también estuvo una representación mexicana y se acercó, por primera vez, con la presidenta de Perú, Dina Boluarte, criticada por alargar la celebración de unas elecciones generales.

Los retos Trump en política exterior

Pese a que Biden dejará una carta abierta de Estados Unidos al mundo, Trump podría no saber lidiar con ello una vez que tome posesión el 20 de enero.

El maestro Alejandro Martínez Serrano, profesor de Relaciones Internacionales de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón, de la UNAM, opina que una vez que Trump tome la presidencia, la relación con sus homólogos se reducirá.

“Tendrá cercanía con los gobiernos que comparten sus puntos de vista, por ejemplo, con gobiernos de derecha en Europa o administraciones como la de Javier Milei en Argentina.

“Por otro lado, pensaría que habría enfrentamientos con Nicolás Maduro o el gobierno de Cuba por compartir ideologías completamente opuestas”, asegura el también académico de la Universidad La Salle.

La nominación de Marco Rubio como secretario de Estado puede ser el primer paso del segundo gobierno trumpista para enfrentarse a los regímenes latinoamericanos al perfilarse como un contrario de sus modelos de gobernanza en los que carece la democracia y el apoyo a sus sociedades.

La nominación de Marco Rubio como secretario de Estado puede ser el primer paso del segundo gobierno trumpista para enfrentarse a los regímenes latinoamericanos. Foto: Especial

El maestro Martínez Serrano asegura que los asuntos en América Latina y el Caribe no representan la única carga para Rubio y por ende para Estados Unidos, sino también el conflicto en Ucrania y las relaciones con China y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

“(Rubio) se convirtió en un aliado, será interesante ver su desempeño porque además será el primer secretario de Estado de origen hispano”, dice Martínez Serrano.

El sucesor de Antony Blinken también tendrá la tarea de abordar con el gabinete mexicano asuntos de la seguridad fronteriza, las olas migrantes provenientes principalmente de Centroamérica y si nuestro país aceptará o no a los migrantes que sean rechazados en el cruce con Estados Unidos o a la espera de recibir asilo.

Con Ucrania, mientras que Biden le deja a Trump una relación de cercanía absoluta al ser su principal proveedor de financiamiento y armas para enfrentar a Rusia, el republicano podría parar ese respaldo y acercarse al Kremlin por la afinidad ideológica que existen con Vladimir Putin.

“Creo que no habrá mucha continuidad en temas (entre un gobierno y otro) por las posturas realmente opuestas de Trump y Biden, más que en el asunto de Israel”, afirma el académico.

A diferencia de Ucrania, Israel tiene seguro el apoyo diplomático, financiero y en armas por parte de Estados Unidos una vez que Trump regrese a la Casa Blanca, así lo ha dejado ver no solo el gobierno de Benjamin Netanyahu, sino el próximo secretario de Estado al manifestarse en contra de las acciones violentas de Hamás en octubre del 2023.

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