Hassan Nasrallah, líder de Hezbolá, aseguró que mientras continúen las operaciones israelíes en Gaza su grupo continuará con los ataques a territorio israelí. Foto: Especial

Israel enfrenta tensiones con Hezbolá y prevé fin de la guerra en Gaza

La nueva amenaza a la seguridad israelí representa un mayor riesgo a la seguridad regional; sin embargo el primer ministro Benjamin Netanyahu asegura que su país puede enfrentar dos conflictos simultáneos

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha declarado que las operaciones militares en Gaza cesarán pronto; sin embargo, el mandatario advirtió que la lucha contra el fundamentalismo islámico continuará con la movilización de las fuerzas israelíes contra Hezbolá, el grupo terrorista que amenaza el norte de Israel.

El pasado 23 de junio, Netanyahu concedió una entrevista a una televisora local en la que dio a conocer que las Fuerzas de Defensa de Israel están próximos a completar su objetivo en el sur de Gaza. De acuerdo con el mandatario, los avances de la milicia abren la posibilidad de transferir las tropas fuera de la franja para enfrentar la amenaza al norte del país, donde Hezbolá es una amenaza.

Las tensiones entre Hezbolá e Israel han ido en aumento. Durante los últimos meses, los yihadistas han lanzado ataques con misiles desde sus bases en la frontera entre Líbano e Israel, obligando al desplazamiento forzado de miles de ciudadanos.

¿Cuál es el origen de Hezbolá?

Fundado a principios de la década del 80 y considerado un grupo terrorista por Occidente y un movimiento de resistencia por el mundo árabe, Hezbolá es una amenaza mucho mejor organizada y financiada que Hamás. Tras el ataque del 7 de octubre, este grupo ha demostrado capacidades bélicas mucho más sofisticadas que los terroristas palestinos; acciones con drones a los cuales Israel aún no sabe cómo responder.

Hassan Nasrallah, líder de la organización libanesa, aseguró que mientras continúen las operaciones israelíes en Gaza, su grupo continuará con los ataques a territorio israelí, y advirtió que de escalar el conflicto entre ellos e Israel, Hezbolá tiene la inteligencia y la capacidad técnica para atacar objetivos clave dentro del país. En respuesta, Benjamin Netanyahu advirtió que su país no ha mostrado todas sus capacidades al frente y ha juramentado defender a los civiles evacuados por los ataques.

Después de una semana en la que las tensiones aumentaron, el primer ministro israelí aseguró que estaba abierto a una solución diplomática que incluya la retirada de Hezbolá de la frontera con Israel y un mecanismo que permitiera el seguro retorno de los desplazados israelíes; sin embargo, el mandatario no descartó la posibilidad de una incursión militar hacia el Líbano. En los últimos días se dio a conocer la aprobación de un plan para ello.

La posibilidad de una invasión israelí a Líbano

La posibilidad de una invasión a Líbano ha exaltado las ya álgidas condiciones de la región. Gran parte del financiamiento que recibe Hezbolá proviene del gobierno iraní, y una guerra contra el grupo significa el involucramiento de fuerzas externas. De acuerdo con reportes de la región, miles de luchadores financiados por Irán están listos para trasladarse al Líbano en caso de una incursión israelí; actualmente, las fuerzas de Hezbolá se calculan en 100 mil combatientes.

A pesar de las tensiones en Medio Oriente, el doctor Tomás Milton Muñoz, internacionalista del Centro de Relaciones Internacionales de la UNAM, considera que el involucramiento directo de Irán en el conflicto entre Israel y el grupo terrorista aún es una posibilidad remota.

“(La participación de Irán) es una posibilidad pero aún no es real por completo. De presentarse, habría una serie de consecuencias bastante preocupantes, pues recordemos que si bien es cierto que Irán no cuenta con una bomba atómica, de acuerdo con los estudios al respecto, tardaría muy poco en desarrollar esa capacidad militar y considerando la relación de Hezbolá con Irán, en el momento de un ataque de Israel no solo a objetivos en el Líbano sino también en territorio iraní, entonces podría haber una participación, pero por el momento aún no estamos ahí”, apunta el especialista.

El papel de Estados Unidos en Medio Oriente

La posibilidad de un escalamiento en el conflicto que termine por involucrar a todo el Medio Oriente ha obligado la movilización de los recursos diplomáticos estadounidenses. De acuerdo con el general de la Fuerza Aérea Estadounidense, CQ Brown, la eventual intervención iraní en un posible conflicto en Líbano pondría en riesgo a las tropas estadounidenses en la región, por lo que oficiales estadounidenses se han reunido con sus contrapartes libanesas e israelíes para desescalar las tensiones.

De acuerdo con el académico, la naturaleza de los conflictos que enfrenta Israel le brinda la posibilidad de encarar dos enemigos al mismo tiempo. Para Muñoz, si bien en el norte Hezbolá amenaza a Israel con misiles, la respuesta a estos no requiere una movilización de tropas semejante a la incursión que se da en Rafah.

“Lo que estamos viendo en Gaza es una invasión, no una guerra, que está generando una catástrofe humanitaria que al mismo tiempo está intentando acabar con la infraestructura de Hamás (…) Esto está usando muchos recursos, pero Israel sí tendría la capacidad de estar en otro conflicto con Hezbolá porque el tipo de enfrentamientos que suelen tener involucra un intercambio de misiles y difícilmente se daría una incursión israelí al territorio donde se encuentra el grupo”, aclara Muñoz.

El especialista apunta que en caso de enfrentar un conflicto con Hezbolá, Israel no lo haría solo. Pese a las críticas recibidas por la administración del presidente Joe Biden en cuanto a su actuación en Rafah, Estados Unidos ha respaldado la postura israelí y en caso de un agravamiento de las tensiones con Hezbolá el apoyo de sus aliados no está en duda.

Mientras Estados Unidos y sus aliados respaldan a Israel, dentro de sus fronteras el conflicto con Hezbolá galvaniza a la población a favor de Netanyahu en un momento en el que su gobierno ha sido muy criticado por oponerse a un plan de cese al fuego.

“Hay cierta unificación en cuanto a la opinión pública. Netanyahu ha sido objeto de críticas de ciudadanos que están reclamando la liberación final de los rehenes capturados por Hamás y eso le da una gran inestabilidad. Curiosamente los ataques de Hezbolá contendrían la opinión negativa respecto al primer ministro para tener una posición unificada, que beneficiaría a Netanyahu (…) En ocasiones los extremos se tocan y en este caso los mayores beneficiados con los atentados del 7 de octubre y la respuesta posterior son Netanyahu y la dirigencia de Hamás”, finaliza el académico.

Te puede interesar