Israel rechaza las presiones de la comunidad internacional para el cese al fuego

Desde los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023, la comunidad internacional ha trabajado para evitar que la guerra en Medio Oriente se convierta en un conflicto mayúsculo que arrastre a las potencias locales y a sus aliados internacionales.

La última respuesta de Israel al bombardeo iraní a finales de octubre mostró los límites de la persuasión internacional.

En la madrugada del 26 de octubre, cuando el gobierno israelí atacó objetivos militares iraníes como represalia a la ofensiva aérea que el régimen del Ayatolá Alí Jameneí perpetró en apoyo a su aliado libanés, el grupo terrorista Hezbolá, las alertas internacionales se encendieron y el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se reunió urgentemente, a petición de Irán, para discutir la situación entre ambos países

En la reunión del órgano de Naciones Unidas los representantes de Algeria, Rusia y China exhortaron tanto a Irán como a Israel a obedecer la legislación internacional y ejercer mesura para evitar que el ciclo de ataques y venganzas continúe.

Durante el año de guerra en Gaza, diferentes polos de la comunidad internacional han intentado apoyar procesos de diálogo entre los actores e incluso se ha alzado la voz respecto a la situación de la población palestina atrapada en el conflicto.

En opinión del doctor Tomás Milton Muñoz, académico del Centro de Relaciones Internacionales de la UNAM, sin la presencia de un actor fundamental, la comunidad internacional no puede hacer mucho frente a la situación de conflicto.

“Existen polos de poder que influencian a Israel, pero en este momento no se han puesto en marcha, en particular la postura de Estados Unidos que no ha sido lo suficientemente firme para contener los ataques que ha puesto en marcha Benjamin Netanyahu. Por otra parte, los  mecanismos internacionales de Naciones Unidas no generan la presión suficiente; si bien el Consejo de Derechos Humanos y la Asamblea General ya se pronunciaron al respecto, el único mecanismo que no ha presentado una respuesta sólida es el Consejo de Seguridad porque Estados Unidos apoya a Israel en el principal órgano que pudiera generar acciones para evitar prolongar la invasión”, apunta el especialista.

Estados Unidos: el principal aliado israelí

La reunión del Consejo de Seguridad también sirvió como foro para que estos países señalaran el papel de Estados Unidos, miembro permanente y con derecho a veto dentro del órgano, como facilitador al ser el principal aliado y proveedor de armas a Israel.

Pese a las críticas de sus rivales geopolíticos, Estados Unidos intervino diplomáticamente para calmar la respuesta israelí tras los bombardeos de principios de octubre. Lloyd Austin, secretario de Defensa, mantuvo contacto con su contraparte israelí, Yoav Gallant, para definir un contraataque proporcional.

Si bien la administración del presidente Joe Biden ha intentado contener la respuesta del gobierno de Netanyahu, la Casa Blanca no ha flaqueado en su apoyo a Israel. Desde el inicio del conflicto contra Hamás, Estados Unidos ha gastado 17.9 mil millones de dólares en ayuda militar a Israel, más cuatro mil 800 millones en operaciones propias en la región, todo pese a ser uno de los agentes más involucrados en las negociaciones de paz con el grupo terrorista.

A menos de una semana de las elecciones por la presidencia estadounidense, la administración demócrata continúa trabajando en un plan de paz que comience con un cese al fuego y el regreso de los rehenes que se encuentran cautivos en Gaza.

“(Joe Biden) va prácticamente de salida, y si bien es cierto que el cambio de gobierno se dará en unos meses, frente a la incertidumbre de quién pueda ganar las elecciones la posición en materia de política exterior de Biden se ve disminuida (…) Hay un gran riesgo de que se avive el conflicto en Medio Oriente si gana Donald Trump por ser un aliado muy cercano a Netanyahu”, señala el doctor Muñoz

Pese a los reclamos internacionales, la administración de Netanyahu ha enfatizado su autodeterminación y citado la legítima defensa para continuar la guerra contra Hamás y la incursión terrestre en las áreas controladas por Hezbolá al sur de Líbano.

Por otra parte, el doctor Muñoz señala la falta de acciones concretas por parte de los países árabes, que si bien se pronuncian en contra de la guerra y el daño a la población, no permiten la entrada de refugiados palestinos a sus países.

La ilegalización de las operaciones de UNRWA en Israel

La postura israelí de priorizar sus compromisos internos frente a sus obligaciones internacionales ha causado críticas al gobierno de Benjamin Netanyahu por la reciente legislación que prohíbe a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Medio (UNRWA) operar dentro del país.

El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, António Guterres, señaló que bajo el amparo de legislación internacional que considera Gaza como territorio ocupado, Israel se encuentra obligada a permitir los programas de ayuda humanitaria que proporciona UNRWA, principal proveedora de alimentos e insumos médicos en la franja.

“La situación en Gaza es terrible, faltan insumos médicos, alimentos y agua, están viviendo en un estado de inanición y los pocos focos de luz son algunas organizaciones gubernamentales y no gubernamentales. En el caso de la ilegalización por parte del gobierno israelí, esta agencia especializada estaría confirmando que se desea dejar morir y aplicar una necropolítica contra la población palestina, no de Hamás sino contra la población que no tendría como sustentar sus necesidades humanitarias, sin que haya intenciones por parte de ningún estado de acelerar la ayuda a Gaza”, señala el académico de la UNAM.

El representante israelí en Naciones Unidas declaró que su país continuará permitiendo el flujo de asistencia humanitaria; sin embargo, declaró que la Agencia de Naciones Unidas “ha sido infiltrada por terroristas”.