En domingo por la mañana Israel lanzó un ataque preventivo contra blancos del grupo terrorista Hezbolá, que planeaba un ataque a gran escala como venganza por el asesinato de su líder Fuad Shukr el mes pasado en la capital de Líbano.
Las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) desplegaron más de 100 aviones de combate para neutralizar baterías de misiles que habían sido movilizadas y apuntaban a blancos al norte y centro de Israel. De acuerdo con el primer ministro Israelí, Benjamin Netanyahu, la inteligencia israelí detectó el movimiento de material militar por lo que en consulta con el Ministerio de Defensa se ordenó una acción preventiva.
Pese a los esfuerzos israelíes para contener la amenaza Hezbolá continuó con su ataque y, de acuerdo a medios libaneses, lanzó 320 misiles de fabricación rusa y más de 200 drones que impactaron 11 blancos militares. El grupo terrorista declara que el ataque en represalia de la muerte de su líder y civiles en territorio libanes apuntó a bases militares en los Altos del Golán, así como a sitios de lanzamiento que forman parte de la Cúpula de Hierro.
Pese a que las sirenas antiaéreas sonaron al norte de Israel y el principal aeropuerto internacional suspendió sus operaciones por una hora, la milicia israelí niega el éxito del grupo terrorista. El teniente coronel Nadav Shoshani, vocero de las FDI, informó que las primeras revisiones encontraron muy pocos daños.
Inmediatamente después del ataque no se reportaron bajas; sin embargo, tanto el servicio de ambulancias como el Ejército en Israel permanecen en alerta. A pesar del estado de emergencia que limita las reuniones al norte y centro del país y de la petición de permanecer atentos a los acontecimientos, no se suspendieron las actividades laborales siempre y cuando se encuentren cercanas a un refugio antiaéreo.
Ataque, primer aviso de Hezbolá; amenaza con más
Hezbolá anunció que esta es solo la primera fase de la retribución por la muerte de Shukr; sin embargo, dio por concluidos los ataques del día. La propaganda del grupo terrorista calificó la operación como un éxito, y de acuerdo a medios estatales libaneses, el ataque abarcó mil 500 kilómetros cuadrados. Se espera que Hassan Nasrallah, secretario general de Hezbolá, dé un mensaje a las 18:00 hora local (10:00 tiempo de la Ciudad de México).
Pese a que el primer ministro Netanyahu declaró que dañaría a quien intentará dañarlos, el ministro del interior Ysrael Katz señaló que el gobierno del que forma parte se mantendrá atento al desarrollo de los acontecimientos pero no busca una guerra a gran escala.
El primer ministro libanés, Najib Mikati, anunció que sostuvo una reunión de emergencia con su gabinete para evitar una escalada del conflicto con Israel. El líder libanés llamó a Israel a detener la agresión y apegarse a la resolución 1701, la decisión de la ONU que puso fin a la guerra entre su país e Israel y que llamaba a la creación de una zona desmilitarizada en la frontera entre los dos.
Después del intercambio en de la mañana, tanto la Organización de las Naciones Unidas como las potencias de la región llamaron a Hezbolá e Israel a bajar las armas. El ministro de relaciones exteriores egipcio advirtió sobre los riesgos de un conflicto regional y la Fuerza Provisional de Naciones Unidas para el Líbano llamó a los dos bandos a cesar hostilidades.