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Intervencionismo al desnudo

Evo Morales expulsó a la Agencia para el Control de Drogas de Estados Unidos  (DEA por sus siglas en inglés) de Bolivia hace siete  años. El Presidente boliviano consideró que Estados Unidos usaba a la DEA para espiar y conspirar contra su gobierno. 

La semana pasada Carlos Toro, un informante de la DEA reveló la existencia de la operación ‘Rey Desnudo’, un ardid del gobierno estadounidense, que vincula a altos mandos del gobierno boliviano con una red de tráfico de cocaína. 

Informante y acreedor

El mexicano Froylán Enciso, autor del libro ‘Nuestra Historia Narcótica’ considera que la actitud de EUA ante las drogas es ‘esquizofrénica’ ya que promueve la legalización en su territorio pero afuera insiste en la guerra contra las drogas

Evo Morales expulsó a la Agencia para el Control de Drogas de Estados Unidos  (DEA por sus siglas en inglés) de Bolivia hace siete  años. El Presidente boliviano consideró que Estados Unidos usaba a la DEA para espiar y conspirar contra su gobierno. 

La semana pasada Carlos Toro, un informante de la DEA reveló la existencia de la operación ‘Rey Desnudo’, un ardid del gobierno estadounidense, que vincula a altos mandos del gobierno boliviano con una red de tráfico de cocaína. 

Informante y acreedor

El gobierno de Bolivia afirma que Carlos Toro fue miembro del poderoso cártel de Medellín hasta principios de los noventa, cuando fue capturado por la DEA. De acuerdo con la versión del gobierno de Evo Morales, Toro decidió cooperar con la justicia estadounidense y obtuvo su perdón con la condición de convertirse en un informante contratado por la DEA.

El pasado 8 de septiembre, el ex narcotraficante colombiano interpuso una demanda legal ante una corte en Virginia contra la agencia antidrogas de EU. 

Toro afirma que trabajó 25 años para la DEA y la agencia le debe 5 millones de dólares por su colaboración en varias investigaciones, incluida la operación ‘Rey desnudo’ en Bolivia. 

A partir de la demanda, Toro retomó su papel de informante de manera involuntaria, ya que la querella evidenció los resultados de la ya mencionada investigación de la DEA.

Carlos Toro no está en la mejor posición para increpar a la DEA. Su pasado delictivo lo pone en peligro de ser deportado a Colombia, pero a pesar de ese riesgo, el ex informante afirma que la agencia antidrogas incumplió el acuerdo estipulado. 

La credibilidad de Evo Morales también ha sido puesta en duda. Aunque todavía no se conoce la totalidad de la información, se asume que varios de los implicados podrían ser oficiales cercanos a la presidencia. 

La versión de Evo

En 2008 el presidente boliviano Evo Morales dijo que la DEA atentaba contra la soberanía de su país y vetó las autorizaciones de vuelo para los aviones de la agencia antidrogas.

En ese entonces Morales prometió implementar un programa antidrogas local que regularía la producción y exportación ilegal de cocaína, pero respetaría la inclusión de la coca como parte de los usos y costumbres de los bolivianos. 

El pasado jueves 17 de septiembre el gobierno boliviano fijó su postura ante las acusaciones que brotaron de la investigación ‘Rey Desnudo’ y rechazó los resultados. 

La Paz acusó a la DEA de querer desprestigiar el éxito de Bolivia en su lucha contra las drogas, el cual es reconocido internacionalmente según el Ministerio de Gobierno. 

La tradición de la coca

El pasado 11 de septiembre, Bolivia presentó ante el Comité de Representantes de la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi) una propuesta para promover el comercio de la hoja de coca y sus derivados.

A partir de esta propuesta el gobierno de La Paz desea compartir las propiedades culturales, medicinales y alimenticias de la hoja de coca, la cual para algunos bolivianos es una planta sagrada.

Aladi está conformada por Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, México, Panamá, Paraguay, Perú, Venezuela y Uruguay, sede de la asociación y primer país en legalizar la marihuana en el continente. 

En 2009 Bolivia propuso que se enmendara la Convención Única de 1961 para tomar en cuenta las prácticas culturales de los pueblos indígenas y eliminar los puntos que prohíben la masticación de la hoja de coca. EU vetó la enmienda al tratado, el cual no autoriza la manufactura y tráfico ilícito de drogas.

En EU las drogas también son parte de la cultura popular. Al menos así lo muestran algunos datos. 

Según el Estudio Nacional de Consumo de Drogas de 2007, 19.9 millones de estadounidenses – el 8 por ciento de la población mayor a 12 años – había consumido drogas ilícitas el mes anterior al estudio. A ocho años del estudio, el consumo ha aumentado.

Además, la marihuana ya es legal en varios estados de la Unión Americana y es normal que se discuta el consumo de la cannabis en programas de televisión y películas destinadas a todas la edades. 

Héroes juveniles como estrellas de la música, el cine y los deportes han expresado abiertamente su apoyo a la legalización de la marihuana. 

Soberanía rebasada

Las revelaciones del agente Toro coinciden con las constantes acusaciones de Evo Morales. El líder boliviano ha acusado a la DEA de vulnerar la soberanía del país andino, actuar sin supervisión y vulnerar los acuerdos de la agencia con los gobiernos de América Latina.

El Ministerio de Gobierno de Bolivia afirma que la denuncia del ex informante es una prueba de que la DEA recurre a ‘elementos descalificados’ para perjudicar al gobierno de Evo Morales, uno de los claros enemigos de Washington en la región. 

Chomsky resume la guerra contra las drogas 

En 1998, el lingüista y filósofo Noam Chomsky dijo cuando se le preguntó sobre la guerra contra las drogas: ‘Una de las formas de controlar a la gente en cualquier sociedad es asustarla (…) La gente asustada estará dispuesta a ceder ante la autoridad de superiores que prometan protegerlos.

La guerra contra las drogas es un esfuerzo para estimular el miedo hacia personas ‘peligrosas’ de las que nos tenemos que proteger.

Es también una forma directa de controlar a lo que algunos llaman ‘clases peligrosas’, esas personas que no tienen una función en el proceso de creación de utilidades y riqueza. El sistema asume que debe encargarse de ellos’, comentó el también politólogo norteamericano.

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