Interrumpir el silencio en la lucha por el aborto legal

Con el fin de darle la voz a las mujeres que han experimentado un aborto, la abogada francesa Sandra Vizzavona lanzó el libro Interrupción, a través del cual busca que se hable de este tema en su totalidad para alejarlo del tabú en el que está situado en diferentes partes del mundo
Laura Islas Laura Islas Publicado el
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La interrupción del embarazo sigue siendo un tema tabú. Las mujeres que abortan no suelen hablar públicamente del tema e incluso en países como Francia, donde se aprobó el aborto legal desde hace casi cuatro décadas, suelen recibir malos tratos por parte del personal médico.

Sandra Vizzavona es una abogada francesa especializada en derecho laboral quien decidió escribir sobre este tema en su libro Interrupción (Ariel, 2021) por dos razones principales: la primera era personal, ya que necesitaba expresar lo que vivió como un trabajo íntimo y psicoanalítico; mientras que la segunda era más por política.

“Me di cuenta al interesarme por el aborto que raramente se veía a mujeres que habían abortado discutiéndolo en las esferas públicas, sino que eran los hombres quienes estaban decidiendo. Tenía ganas de dar ese espacio a las mujeres para que ellas tuvieran la voz de contar cómo se vive un aborto”
Sandra VizzavonaAutora de Interrupción

Para Vizzavona, es necesario escuchar a las mujeres y dejar de hablar por ellas. Por eso, el año pasado publicó su libro, en el que le da voz a aquellas que abortaron, compartiendo su testimonio sobre cómo vivieron este proceso, al mismo tiempo que entrelaza su historia personal marcada por esta decisión.

“Es importante hablar del aborto porque mientras más se hable cada vez va a ser menos tabú; y esconderse, no hablarlo, contribuye a la imagen del tabú que pesa sobre el aborto, la culpa y la vergüenza de quienes lo viven”, dice en entrevista.

Asimismo, menciona que aún en los países donde el aborto se ha legalizado desde hace varias décadas se debe hablar de él como una forma de reforzarlo, ya que es un derecho que nunca va a estar seguro

Un ejemplo de esta situación y de los retrocesos que se pueden dar es lo que ocurre en Estados Unidos actualmente, ya que en varios estados del país el aborto ya no es legal o se han realizado restricciones.

Como en Texas, donde desde septiembre de 2021 la interrupción del embarazo está prohibida desde la sexta semana sin ninguna excepción, mientras que en Mississippi se teme que una ley pueda abrir el camino para que el aborto pueda ser prohibido en 26 estados.

“Es una locura, no podríamos imaginar que viviríamos un retroceso así de grande como está ocurriendo ahí que en varios estados ya no es legal”, dice la escritora.

En Francia, por otro lado, aunque el aborto es legal desde 1974 y en febrero de este año el Parlamento francés amplió el plazo para abortar de las 12 a las 14 semanas, es un tema del que las mujeres que lo practican no suelen hablar por muchos factores, como los tabúes que existen al respecto.

“Las mujeres no lo hablan porque en general la sociedad no quiere escucharnos hablar de esto, que el aborto es algo que no pasa, que no se dice, sobre todo en esferas religiosas (…) Es un rechazo a la maternidad porque es la expresión de la sexualidad de la mujer libre, desvinculada de la maternidad”, explica Sandra.

Además, la escritora sostiene que se niega a que la interrupción del embarazo sea parte de la vida de las mujeres y que ellas sean las que se deben culpar, que lo deben sufrir y hacerse responsables por haber hecho “una tontería”.

“Creo que participamos en debilitar este derecho porque continuamos la idea como mujeres de no estar orgullosas de nosotras y de castigarnos. En cuanto más lo hablemos, aunque sea doloroso hacerlo, y no mintamos al decir en el trabajo que nos tomamos dos días por estar enfermas para ocultar que tuvimos ese procedimiento, mejor. Debemos expresarlo porque no debe tratarse como un accidente, sino algo que ocurre”, dice.

“En realidad siempre va a ser un derecho delicado porque habla sobre la matriz de la mujer que tiene que servir para reproducirse y ser madre, y la única manera de reforzarlo en países donde ya es legal, creo yo, es normalizarlo.

“En Francia una de cada tres mujeres aborta, por lo tanto no es algo muy aislado, sino algo frecuente en su vida. Hay que hablarlo, tenemos que llegar como sociedad a un punto donde lo podamos hablar de manera serena y libre y solo así el aborto entrará poco a poco en la mentalidad de las personas y se reforzará como idea, como derecho y como algo habitual”, apunta la abogada.

Los retos al crear Interrupción

La experiencia que más impactó a Sandra Vizzavona durante el proceso de creación de su libro fueron los malos tratos que recibieron las mujeres por las figuras médicas cuando se enteraron de que iban a interrumpir su embarazo.

Pese a esta situación, la autora menciona que a la hora de escribirlo estuvo lleno de momentos bonitos, tiernos, de charlas íntimas y sintió que les hizo bien: “Fue reparador para las mujeres que hablaron conmigo y no dejó una huella dolorosa”.

Además, detalla que tuvo que ser muy franca con su historia personal y con las de las demás, por lo que incluso hubo paisajes que tuvo que reescribir porque se dio cuenta de que no estaba siendo tan honesta.

La escritora se niega a que la interrupción del embarazo sea parte de la vida de las mujeres y que ellas sean las que se deben culpar

“El reto con las mujeres que hablaron conmigo fue lograr que se sintieran cómodas para ser honestas y para contarme todo, y al momento de transcribir no debía traicionar lo que me habían contado, sino ser justa y precisa respecto a sus historias”, agrega.

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