Rahul Gandhi, líder del principal partido de oposición, proviene de una dinastía política que ha gobernado India en tres ocasiones desde su independencia. Foto: Especial

India conserva a Modi como primer ministro

Tras una década en el poder, Narendra Modi tendrá que hacer consensos para gobernar, debido a que las elecciones que le dieron su tercer mandato lo debilitaron en la Cámara Baja

Tras 44 días de jornada electoral, concluyó el ejercicio democrático más grande del mundo con 640 millones de votos en las urnas de toda la India, donde se decidió conservar a Narendra Modi como su primer ministro para los próximos cinco años, aunque sin el apoyo que se esperaba.

Tras 10 años de gobierno, el grupo político de Modi, el Partido Popular Indio (BJP), ha perdido por primera vez la mayoría simple en la Lok Sabha, la Cámara Baja de India, a pesar del optimismo mostrado por sus representantes durante el proceso electoral.

Durante el mes y medio que duraron las elecciones, las encuestas de salida realizadas durante las siete etapas de votación pronosticaban una arrasadora victoria para la Alianza Democrática Nacional, encabezada por el BJP, con al menos 353 de los 543 escaños en la Cámara Baja, con lo que mejoraría la mayoría simple de la que había gozado desde 2014; se esperaba que con el resto de la coalición, Modi alcanzaría la  mayoría calificada.

Pese a las expectativas, el BJP solo obtuvo 240 curules y la totalidad de la Alianza 294 representantes en la Legislatura, con lo que rebasó los 272 escaños necesarios para una mayoría simple, pero quedó corto de los 357 miembros necesarios para el gobierno de mayoría calificada que necesitaba el primer ministro para aprobar sus propuestas más controversiales.

Con estos resultados, Modi y el BJP dependerán del más de medio centenar de partidos locales y estatales que representan a la población india para formar un gobierno; aunado a ello, la derrota del primer ministro en algunas de las entidades más pobladas del país tras una campaña que lo posicionó al centro de la propaganda podría representar que su proyecto y su imagen comienzan a perder adeptos.

En opinión de la doctora Natalia Riverainternacionalista y coordinadora del módulo Sureste de Asía del Programa Universitario de Estudios sobre Asía y África de la UNAM, los números que Modi y su alianza obtuvieron en la Cámara son suficientes para gobernar; sin embargo, la cuestión será la disposición de la oposición por llegar a consensos.

“Modi va a tener que negociar, ahora la pregunta sería en qué medida la oposición está dispuesta a hacerlo, porque hay calificaciones que no lo favorecen; lo consideran uno de los grandes autócratas del país. Si bien India es una de las grandes democracias del mundo, a Narendra Modi se le ha considerado un presidente autoritario y de corte nacionalista, aunque la posición debilitada que hoy tiene lo podría llevar a negociar”, apunta la especialista.

El papel de la oposición política en India

Quienes el 4 de junio pasado vieron su futuro transformarse, fueron los miembros de la oposición agrupados en la Alianza Inclusiva de Desarrollo Nacional de India (INDIA). La coalición opositora obtuvo 232 escaños, superando casi por más de un centenar de representantes las estimaciones de 125 que se daban tras el cierre de las urnas.

La principal fuerza opositora a Modi, el partido de centro Congreso, obtuvo 99 escaños en el Lok Sabha, con lo que recupera un poco de la fuerza que había perdido durante la última década. El líder de ese grupo político, Rahul Gandhi, proviene de una dinastía política que ha gobernado India en tres ocasiones desde su independencia y se convirtió en el rostro de la oposición a Modi y sus políticas etnonacionalistas.

La doctora Rivera señala que para la oposición hay temas que no son negociables y, debido al contexto histórico indio, el ultranacionalismo hindú que propone Modi es uno de ellos.

“El tema etnonacionalista es un asunto que se ha discutido bastante y en el que la oposición no está en disposición de ceder. Congreso empleó durante la campaña ideas de multiculturalismo, ya que en India hay una población segmentada y si en los años posteriores a la Independencia, cuando el órgano ganaba todas las elecciones, la población musulmana no se sentía representada por ellos, hoy no se sienten representados por el BJP”, apunta la académica.

Tras conocer los resultados que brindaban al INDIA solidez ante Modi y la NDA, Rahul Gandhi se comprometió a evitar que el primer ministro y su partido cambiaran la naturaleza secular de la Constitución; una de las principales promesas de campaña y un proyecto que se ha consolidado con los años del ministro en el poder.

Con el estrecho margen de victoria que Modi y el BJP obtuvieron en las elecciones, parece poco probable que se detengan propuestas como unificar el código civil en un país donde las leyes atienden la especificidad étnica y religiosa de los ciudadanos, o la construcción de templos hindúes en sitios musulmanes.

El crecimiento económico durante el gobierno de Modi

Hay promesas que Modi tiene que refrendar. Durante los 10 años de su gobierno, India ha crecido económicamente a un ritmo superior al seis por ciento anual y el primer ministro ha prometido continuar hasta convertir al país en la tercera economía más grande del mundo.

Durante su campaña, Modi se inclinó en los resultados económicos y en su lucha contra la pobreza para posicionar su agenda en los sectores con menos recursos de la población; sin embargo, los resultados en estas materias pudieron ser uno de los factores por los que su victoria no fue tan amplia como se esperaba.

Pese a la expansión económica, el desempleo en India llegó al 8.1 por ciento, cuando previo a la pandemia era menor al seis por ciento, mientras que la inflación en alimentos alcanza el ocho por ciento y los ingresos para las familias rurales han disminuido casi el 30 por ciento.

De acuerdo con la doctora Rivera, la inflación, el desempleo y la desigualdad fueron los factores que más perjudicaron la composición del Lok Sabha en estas elecciones.

“Estos temas fueron cruciales, preocupaciones reales para la sociedad, y es paradójico que pese al crecimiento económico de India uno de sus temas sea la distribución de la riqueza, históricamente una de las deudas sociales más importantes del país. India es una sociedad que presenta dos caras, al exterior se muestra como una potencia media, pero al interior hay una población que demanda mayor atención a estos temas”, finaliza la especialista.

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