En su búsqueda de una mejor vida, los migrantes que atraviesan el Mar Mediterráneo para llegar a Europa se están encontrando con la muerte.
La Organización Internacional de las Migraciones (OIM) informó ayer que, en lo que va del año, han muerto más de dos mil personas que buscaban arribar a Europa a través del Mediterráneo.
En contraste, sólo 400 migrantes habían muerto en el mismo periodo del año pasado, publicó el diario español El País.
Además, la agrupación señaló que los guardacostas han rescatado este año 188 mil personas y que en poco tiempo esta cifra rebasaría los 200 mil.
Itayi Virri, vocero de la IOM, declaró en una rueda de prensa en Ginebra que estas cifras confirman que “esta ruta es la más mortal para los migrantes que buscan una vida mejor”, reportó la agencia AFP.
Los migrantes perecen por las inclemencias del tiempo del mar, por abusos de los traficantes de humanos o porque los obligan a viajar de forma peligrosa.
“Muchos migrantes mueren en barcos porque, especialmente los migrantes subsaharianos, se ven forzados a embarcar en la parte del barco donde están los motores”, expuso a Euronews Flavio Di Giacomo, otro portavoz de IOM.
“Ahí hay ventanas y es muy fácil morir por la inhalación del humo de los motores”.
Aunque aplauden que naciones como Italia dispongan de guardacostas para salvar a los migrantes, los activistas criticaron la falta de consenso en la Unión Europea (UE para resolver de fondo la crisis migratoria.
Criticaron la falta de incentivos al desarrollo de los países africanos y el reciente rechazo de los miembros de la UE a un sistema de cuotas en el que cada país se comprometa a acoger a cierto número de refugiados.
“Es descorazonador ver cómo se siguen perdiendo vidas en el Mediterráneo”, dijo a El País Paula Farias, coordinadora del proyecto en la zona de Médicos Sin Fronteras.
“Las cifras ponen de manifiesto la magnitud de la crisis, pero detrás de cada número está la historia de personas que se ven obligadas a emprender una travesía peligrosa en embarcaciones frágiles porque carecen de formas legales y seguras para solicitar asilo y acceder a la protección que necesitan”.