Kevin Kwong, un hombre de 33 años que vive en California, fue diagnosticado con herpes y sarna antes de que los médicos descubrieran que lo que padecía no era un brote común, sino un efecto de la viruela del mono.
Lo anterior, ocurrió a principios de junio, cuando el joven comenzó a despertar por las noches a causa del dolor que le provocaba la picazón que tenía en las manos, situación que empeoró rápidamente.
“Aparecieron más manchas, en la cara, y empezaron a salir fluidos. La erupción se extendió a mis codos, manos y tobillos”, escribió el hombre a través de historias de Instagram, en donde compartió su caso.
Así le diagnosticaron herpes y sarna
Kwong comenzó a tratar la erupción con esteroides tópicos; sin embargo, cuando no dio resultado tomó una consulta en línea con una enfermera que le diagnosticó herpes y le recetó un medicamento antiviral, de acuerdo con el portal Kaiser Health News.
Sin embargo, su situación no mejoró, ya que sus brotes se extendieron rápidamente por todo su cuerpo, por lo cual el hombre acudió a una clínica de urgencias en donde un médico coincidió e indicó que tenía herpes.
Además, otro doctor le diagnosticó sarna, la cual ocurre por ácaros que se introducen en la piel, ya que las manchas que tenían coincidían con los sitios en donde se produce esta enfermedad.
A pesar de que los médicos comenzaron a pensar que se trataba de la viruela del mono, no lo trataron de esta enfermedad, ya que las manchas estaban agrupadas y tenían un aspecto diferente al de las imágenes que habían visto los doctores, detalla Kaiser Health News.
Fue así que al darse cuenta de que no mejoraba, Kwong comenzó a buscar ayuda de otros profesionales sumando así 5 citas virtuales, una visita a una clínica de urgencias, y dos diagnósticos incorrectos.
De esta forma, durante la sexta consulta en línea, una enfermera se dio cuenta de que la erupción se había extendido hacia los ojos por lo cual le recomendaron ir a un hospital de urgencia.
Al llegar, los médicos comenzaron a investigar más sobre la enfermedad y llamaron a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) para determinar si el hombre padecía la viruela del mono.
“Como paciente, sentía que no sabía qué me estaba pasando, pero me di cuenta de la poca información con que contaban los profesionales y de lo poco preparados que estaban ellos también”, compartió el joven en sus redes sociales.
A pesar de ello y de las 12 horas que pasó en emergencias, únicamente le realizaron una prueba y le indicaron que volviera si tenía vómito o fiebre; no obstante, Kwong se sentía muy mal.
¿Cómo le diagnosticaron viruela del mono?
“En ese momento, me sentía muy mal. Tenía llagas en la parte posterior de la garganta, en la boca, por todo el cuerpo”, escribió, por este motivo, acudió al Centro Médico de la Universidad de California-San Francisco.
Lo anterior, debido a que un amigo le dijo que ahí estaban tratando casos de viruela del mono. Al llegar, lo separaron de los otros pacientes, le dieron medicamento y le hicieron una segunda prueba.
Al día siguiente, Chin-Hong, un especialista en enfermedades infecciosas, inició el tratamiento para la viruela del mono con Tecovirimat, medicamento autorizado para combatir la enfermedad, de acuerdo con Kaiser Health News.
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De esta forma, un día después las manchas dejaron de extenderse y dos días posteriores al tratamiento, éstas comenzaron a secarse. Kwong había iniciado su proceso de sanación de la viruela del mono.
A pesar de ello, ambas pruebas habían resultado negativas; sin embargo, el médico Chin-Hong explicó a Kaiser Health News que era debido a que no fueron realizadas correctamente, pues no se frotó con la suficiente fuerza para obtener las células.
“Como médico, es muy difícil obtener una buena muestra en este tipo de lesiones porque el paciente suele sentir dolor. Y no te gusta ver a la gente sufrir”, comentó Chin-Hong.
Este caso hablaría de las fallas que aún hay en la detección de esta enfermedad, asegura el portal Kaiser Health News, ya que los médicos no tienen la información suficiente para poder identificar la enfermedad y hacer un diagnóstico.
“Kevin llegó en mitad de la noche, cuando no había muchos recursos disponibles. Así que creo que después de su caso, nos estamos educando mejor sobre la enfermedad. Pero creo que los médicos no siempre saben qué hacer”, comentó Chin-Hong.