La noticia sacudió al mundo… En 2016 un sujeto llamado Gao Chengyong fue capturado después de que se le vinculara con el asesinato de al menos 11 mujeres, niñas incluidas, en China y aceptara, casi de inmediato, su culpabilidad.
De inmediato, los medios lo comenzaron a llamar como el “Jack el destripador” de China. El proceso judicial en su contra duró un año, en el que sus testimonios generaron horror en esa parte de Asia.
El hombre, de 53 años, asesinó a las mujeres entre mayo de 1988 y febrero de 2002 en Gansu y la vecina región autónoma de Mongolia Interior.
Gao mataba a las mujeres después de robarlas y violarlas. Según testimonios de autoridades el asesino atacaba a mujeres que tenían algo en común: vestían de rojo.
El multihomicida cortaba la garganta de sus víctimas y después les quitaba partes de su cuerpo, incluyendo los genitales. Su víctima más joven, según él mismo confesó, tenía 8 años.
La policía llevaba 28 años buscando a Gao, hasta que en 2015 uno de sus parientes cometió un delito y fue sometido a una prueba de ADN, lo que condujo a la captura del prófugo en agosto de 2016.
Gao fue condenado a muerte el 30 de marzo por el Tribunal Popular Intermedio de la ciudad de Baiyin, luego que el Tribunal Popular Supremo revisó y aprobó la sentencia de muerte.
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