“Una abuela cariñosa, entre otras cosas”, así se describe Hillary Clinton, la mujer que ha estado en el ojo político desde hace más de 30 años y que hoy busca convertirse en la primera presidenta de Estados Unidos.
De republicana a demócrata
Hillary Diane Rodham Clinton tiene 69 años. Creció en Chicago en el seno de una familia de clase media. Está casada con Bill Clinton; tiene una hija llamada Chelsea y dos nietos: Charlotte (2 años) y Marc Clinton (4 meses).
El padre de Hillary, Hugh Rodham, era profundamente republicano. Durante su juventud, Clinton participó en algunas campañas para apoyar al partido conservador de EU.
Sin embargo, cuando empezó su carrera como abogada en Yale, fue activista por los derechos civiles y se opuso a la guerra en Vietnam. Así se acercó al partido demócrata a finales de la década de los 60.
Durante su estancia en Yale conoció a Bill Clinton y se casó con él en 1975. Desde entonces, los vaivenes agitarían su vida política, llevándola a ser primera dama (1993-2001), senadora de Nueva York (2000) y secretaria de Estado (2009-2013).
En todos sus cargos hizo historia. Fue la primera dama con doctorado en la Casa Blanca. En 2000, “fue la primera mujer senadora de Nueva York, pero antes se enfrentó a cuestionamientos sobre su capacidad para asumir el cargo”, según la BBC. Después de ser secretaria de Estado en la administración de Obama, (2009-2013) fue la primera mujer en ser postulada a la presidencia de Estados Unidos.
Su agenda y las investigaciones del FBI…
Su formación en leyes le permitió formar parte del buffete de abogados que investigó al expresidente Richard Nixon y en sus diferentes cargos públicos ha impulsado el acceso a la salud y los derechos de la mujer. Sin embargo, ha sido criticada por su postura proteccionista en materia económica.
Su candidatura a la presidencia fue cuestionada durante el último mes. El FBI abrió una investigación para determinar si Clinton envió o no información confidencial a través de su cuenta de correo personal, lo que podría haber vulnerado la seguridad nacional de EU.
La ex secretaria de Estado podría haber enfrentado cargos federales por dicha acción, pero a dos días de la elección, el FBI informó que la nueva investigación sobre el escándalo de los correos electrónicos no ofreció nuevos datos para juzgar a Hillary Clinton. Esta fue la segunda vez que la dependencia exonera a la candidata demócrata, en menos de medio año.
Entre la infidelidad y el feminismo
Cuando tenía 14 años, Hillary Clinton escribió una carta a la NASA porque quería ser astronauta, pero las mujeres no podían serlo en ese entonces.
“Ellos me respondieron diciendo que no estaban aceptando chicas, lo que realmente me causó furia”, relata la demócrata en su libro “Living History”.
A Hillary nunca le gustó el maquillaje ni roles de género. Cuando inició su carrera política, dijo que quería separarla de su esposo porque tenía una agenda de género. Pero algunos de sus ideales se doblegaron cuando Bill apareció en la escena pública.
En sus memorias biográficas, Hillary declara que no fue su decisión usar el apellido Clinton. Ella quería ser Hillary Rodham, pero cuando Bill se postuló como gobernador de Arkansas, fue criticada y terminó por hacerse llamar Hillary Rodham Clinton.
Con los años, “Rodham” se desvaneció. Bill Clinton es la fortaleza y la debilidad de Hillary. Cuando fue presidente la impulsó a participar activamente en las decisiones políticas, pero también le fue infiel.
En 1998 explotó el escándalo. Bill Clinton le fue infiel a Hillary, durante dos años, con Mónica Lewinski, una becaria de la Casa Blanca. El escándalo saturó los medios de comunicación. No obstante, este hecho disparó la popularidad de Hillary y se lanzó para ser senadora de Nueva York.
En sus memorias Hillary dice al respecto: “Cuando me enteré de ello, estaba atontada, descorazonada y enfurecida por haberle creído. Que me haya mentido fue lo peor, y más cuando todo se volvió público. Nuestra intimidad fue llevada al ojo del mundo. Me costó mucho lidiar con ello”.
Actualmente, Hillary es la segunda mujer más poderosa del mundo, según la revista Forbes.
Fernando Chinchilla, profesor de Estudios Norteamericanos en la Universidad de Monterrey, dijo a Reporte Índigo en 2014 que Hillary Clinton ha mantenido un perfil disimulado, es muy calculadora. Siempre ha respetado la política y ha recibido los golpes con gracia. Por un largo tiempo estuvo de la mano de su marido Bill, soportó incluso de su parte la infidelidad porque sabía “que una carrera política juntos podía seguir teniendo perspectivas”.
A dos años de distancia, ¿esto ha cambiado? ¿Logrará Hillary Rodham ser presidenta? Hoy lo sabremos