Reviven sus escándalos

El candidato republicano pasó casi toda la noche explicándose a sí mismo: su gran “temperamento”, su tratamiento hacia a las mujeres, sus consideraciones hacia las minorías, sus prácticas comerciales, su disposición para ser comandante en jefe, su larga y perpetua necedad por demostrar la falsedad del lugar de nacimiento de Barack Obama.

Andrea Montes Renaud Andrea Montes Renaud Publicado el
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El candidato republicano pasó casi toda la noche explicándose a sí mismo: su gran “temperamento”, su tratamiento hacia a las mujeres, sus consideraciones hacia las minorías, sus prácticas comerciales, su disposición para ser comandante en jefe, su larga y perpetua necedad por demostrar la falsedad del lugar de nacimiento de Barack Obama.

Así, el primer debate de los 50 millones de dólares, rápidamente se volvió en un vaivén de mutuas acusaciones. No sólo es cuestión de números en las encuestas: Hillary Clinton y Donald Trump se mostraron fuertemente divididos en casi todos los aspectos de sus argumentos de campaña.

Y según la línea que siguió cada uno de los candidatos durante el primero de los tres debates para la elección general, queda claro que quien gane la Presidencia en las elecciones de noviembre llevará al país por un rumbo totalmente diferente.

Si Donald Trump culpó a Hillary Clinton de todos los problemas crónicos de la nación, quiso dar el primer golpe apelando al escándalo de los correos electrónicos, a lo que ella respondió imitándose a reconocer su “error”, y dejó al candidato sin argumentos para continuar con el tema.

Y es que Clinton denunció que el republicano sea el único candidato presidencial en no haber hecho pública su declaración de impuestos desde la década de 1970.

La carta feminista

Clinton recordó a los votantes las veces que el republicano ha denigrado la condición de la mujer. Y mencionó el nombre de la exmiss Universo Alicia Machado.

“La llamó Miss Piggy, luego la llamó Miss Housekeeping, sólo porque es latina”, lanzó Clinton.

“Este es un hombre que ha llamado a las mujeres cerdas, prostitutas y perras. Alguien que ha dicho que el embarazo es inconveniente para los empleadores. Y que las mujeres no merecen un pago igualitario”, continuó Clinton.

Y es que, la invitación del candidato republicano a Gennifer Flowers, examante de Bill Clinton, al debate de ayer, fue una más de las “bromas” intimidatorias del candidato, así lo reconoció su compañero de fórmula Mike Pence, durante una entrevista con Fox News.

Y aunque Flowers había respaldado a Trump, lo cierto es que se quedó con las ganas de asistir al primer debate entre los candidatos, porque simplemente nadie la invitó.

Sobre la seguridad del país, la discusión se centró en cómo combatir a la organización a ISIS. Y el candidato republicano volvió a usar su carta de acusación al presidente Obama y a Clinton por haber permitido la formación del grupo extremista. La demócrata, sin embargo, se centró en lo que habría que hacer en el país para prevenir los ataques terroristas.

¿México, culpable del desempleo?

Trump acusó a México de robarle los empleos a los estadounidenses y aseguró que el país no podía darse el lujo de “seguir perdiendo”.

“Nuestros empleos están huyendo del país, están yendo a México y muchos otros países”.

“Tenemos que impedir que sean robados”, señaló, y afirmó que la construcción de fábricas en México es como “la octava maravilla del mundo”.

Afirmó que el TLC es “el peor pacto comercial” que ha firmado Estados Unidos y de inmediato responsabilizó a la candidata demócrata por promover “estos pactos defectuosos”.

Clinton prometió que su gobierno lograría que la economía volvería a florecer e insistió sobre el tema de las energías alternativas.

Además de recordarle al candidato el estado en el que estaba la economía hace ocho años, cuando el partido demócrata recibió la Presidencia de manos del republicano George W. Bush, y dijo que Trump había apoyado a quienes provocaron la crisis económica.

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