Fidel Castro, el líder de la Revolución Cubana y de la lucha del comunismo en América Latina ha fallecido este viernes a los 90 años. El tiempo logró lo que una serie de atentados contra el líder cubano no pudo, sin embargo, su legado marcó el curso de la reciente historia mundial.
Castro, una de las figuras más importantes del siglo 20, principalmente durante la Guerra Fría, dirigió las riendas de Cuba desde 1959 hasta 2008, cuando por problemas de salud tuvo que ceder el poder en la isla a su hermano Raúl.
Fidel castro partió del puerto de Tuxpan, Veracruz, el 25 de noviembre de 1956 hacia la Habana, Cuba, a bordo del barco Granma para iniciar el movimiento revolucionario en Cuba. La estrategia que se utilizó en la isla cubana fue planeada desde las costas veracruzanas.
El líder cubano estuvo a la cabeza de la defensa durante la invasión de exiliados cubanos en 1961, apoyados por Estados Unidos, que buscaban derrocar a Castro, mejor conocida como la invasión de Bahía de Chinos. Sin embargo, en poco más de dos días, Castro y las tropas cubanas repelieron la agresión.
Durante la Guerra Fría, Cuba albergó bases de misiles soviéticos, lo que provocó una alta tensión con el gobierno estadounidense y sus aliados, Cuba y la Unión Soviética, históricamente se conoce como el momento más cercano en que el planeta ha podido sufrir una guerra nuclear entre las dos superpotencias..
El revolucionario barbado, que sobrevivió un intenso embargo comercial estadounidense además de decenas o quizá cientos de intentos de asesinato falleció después de haber cedido formalmente el poder a su hermano menor Raúl, quien anunció el deceso el viernes en la noche en la televisora estatal.
Castro sobrevivió al encarcelamiento en manos del dictador Fulgencio Batista, al exilio en México y a un aparatoso inicio de su rebelión antes de llegar a La Habana triunfalmente en enero de 1959, cuando a los 32 años de edad se convirtió en el gobernante más joven de Latinoamérica.
Durante décadas, fue inspiración y fuente de apoyo de todo tipo de revolucionarios de América Latina a África.
Castro, admirado y respeto por muchos, también se convirtió en símbolo del autoritarismo y la dictadura comunista, pues su gobierno se caracterizó por limitar la libertad de expresión, de prensa, de reunión, además que encarceló y ejecutó a cientos de disidentes.
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Vivió lo suficiente para ver a Raúl Castro negociar una reconciliación diplomática histórica con el presidente estadounidense Barack Obama el 17 de diciembre de 2014, cuando Washington y La Habana anunciaron la restauración de relaciones entre los dos países suspendidas en 1961.
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