El líder del buró político de Hamás, Ismail Haniyeh, anunció el lunes que el grupo islamista ha aceptado una propuesta de alto el fuego en la Franja de Gaza tras negociaciones con representantes de Egipto y Catar. La aceptación de la propuesta se produce en medio de crecientes tensiones en la región, con el Ejército israelí ordenando la evacuación de unos 100.000 palestinos en el este de Rafah, en previsión de un posible asalto terrestre.
En un comunicado breve, Hamás confirmó la aceptación del acuerdo sin proporcionar detalles adicionales sobre los términos del mismo. Este anuncio se produce en un momento en el que las negociaciones indirectas entre Hamás e Israel parecían estancadas, especialmente después de que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, rechazara anteriormente poner fin al conflicto, una demanda clave del grupo islamista.
Preocupa situación en Rafah
La advertencia de evacuación a los residentes de Rafah generó preocupación entre los palestinos, quienes recibieron mensajes para trasladarse a la zona de Jan Yunis, lo que sugiere la posibilidad de una invasión terrestre inminente por parte del Ejército israelí en el sur de Gaza.
En respuesta a estas acciones, Hamás advirtió a las fuerzas israelíes sobre las posibles consecuencias de cualquier operación militar en Rafah, señalando que su brazo armado, las Brigadas al Qasam, está preparado para defender al pueblo palestino. Además, instó a los organismos internacionales, incluida la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), a permanecer en Gaza a pesar de las órdenes de evacuación israelíes.
Israel rechaza acuerdo de momento
Sin embargo, un funcionario israelí desmintió la existencia de un acuerdo de alto el fuego, indicando que la propuesta aceptada por Hamás era una versión “suavizada” de una iniciativa egipcia que incluía conclusiones “de gran alcance” inaceptables para Israel.
El funcionario, que habló bajo condición de anonimato, consideró la aceptación de Hamás como una artimaña para presentar a Israel como el responsable de la falta de acuerdo.
La última tregua efectiva en Gaza se remonta a una pausa de una semana que tuvo lugar en noviembre, dejando el futuro de la situación en la región nuevamente en incertidumbre.