Después de que se registraron 14 muertos y más de 180 heridos tras el sismo de 5.9 que golpeó al norte del país caribeño el sábado, ayer una réplica hizo temblar a sus autoridades y a sus ciudadanos.
Medios locales informaron que la mayoría de las víctimas mortales falleció aplastada por techos o paredes que se derrumbaron en diferentes edificaciones.
En 2010, un terremoto de 7.9 causó la muerte a más de 300 mil personas, dejó a 350 mil heridos y a más un millón de damnificados. Debido a esto, la autoridades haitianas pusieron manos a la obra tras los movimientos de este fin de semana.
“Estoy en constante contacto con el Primer Ministro Jean Henry Céant, que tiene que coordinar las operaciones de socorro. Le pedí que movilizara todos los recursos de la República para ayudar a la gente”, escribió el mandatario a través de sus redes sociales este sábado, cuando ya le había pedido a sus ciudadanos mantener la calma e informarles que Protección Civil estaba alerta para registrar y atender momentos de auxilio.
Durante todo el día del sábado, brigadas de Protección Civil se hicieron presentes al norte del país, en Port de Paix, donde se registró la mayor cantidad de pérdidas humanas, de acuerdo con la policía de la región.
Las autoridades mencionaron que todavía hay varias zonas del departamento noreste y de la isla Tortuga de las que no se tiene información tras el sismo ocasionó, algo que reportará el propio presidente durante su gira.
A través de un comunicado emitido por Protección Civil, se señaló que había registros de más personas heridas en Gros Morne y Chansolme, donde se aseguró que hay casas derrumbadas o dañadas. En Plaisance, en el departamento del norte, también se registraron daños en la iglesia de Saint Michel.
“Expresamos condolencias y extendemos nuestra mano al pueblo y gobierno de Haití por los daños y muertes por el sismo. No podemos imaginar el dolor de un país que sufre un nuevo desastre natural de gran magnitud”, compartió Luis Almagro, secretario general de la OEA.
Indonesia, la catástrofe no para
Anueve días del sismo de 7.5 en Indonesia y un posterior tsunami, las muertes siguen aumentando. Este domingo, se reportaron mil 763 personas sin vida y cinco mil desaparecidas.
El portavoz de la agencia de Prevención de Desastres (BNPB), Sutopo Purwo Nugroho, dijo que la estimación de desaparecidos corresponde a los barrios en Petobo y a Balaroa, en la isla de Palu.
“El número de cinco mil se basa en un informe oral del jefe local. ¿Cuántos son? no podemos saberlo con seguridad. Es solo una estimación”, dijo Sutopo en rueda de prensa.
Petobo, situado a siete kilómetros del centro de la ciudad, fue literalmente borrado del mapa debido a la cascada de lodo que cayó sobre casas, zonas verdes, escuelas y centros religiosos tras el sismo.
Este fenómeno ocurre cuando un fuerte movimiento telúrico golpea un suelo de tierra poco sólido, como el suelo arenoso de Petobo, lo que provoca el hundimiento del terreno y libera una gran cantidad de barro que arrastra los edificios.
Los equipos de rescate y las ONGS que trabajan en Palu, en los últimos días venían avisando que los desaparecidos bajo el barro podrían contarse por millares. Recalcaron que las autoridades deben crear un plan para prevenir epidemias.