Haití continúa en medio de la incertidumbre. A casi una semana de que el presidente Jovenel Moïse fuera asesinado en su casa de Puerto Príncipe, las autoridades nacionales no han podido controlar la violencia y la inseguridad que se desató desde del atentado.
Ante esto, el pasado 7 de julio el primer ministro, Claude Josep, fue quien afirmó a la comunidad internacional que él tendría el control de la situación, y que bajo su presidencia el Consejo de Ministros aseguraba la continuidad del Estado.
Sin embargo, ese avance desde su mandato no ha surtido efecto, por lo que diferentes líderes internacionales han empezado a mover sus hilos para actuar en favor del país caribeño.
Como Colombia, que desde el pasado viernes envió a territorio haitiano a personal de la Interpol y al director de la Dirección Nacional de Inteligencia y de Inteligencia de la Policía, con el fin de respaldar a las autoridades.
Así también, el gobierno de Estados Unidos se comunicó con el primer ministro para asegurarle que tratará de controlar la situación a través de un diálogo con la oposición y otros actores sociopolíticos para realizar unas próximas elecciones inclusivas y democráticas.
“Estados Unidos sigue firmemente comprometido con el apoyo a la paz, la democracia y la seguridad de Haití”, declaró el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, luego de tener una llamada telefónica con Claude.
Fernando Neira, miembro del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC) de la UNAM, opina bajo ese panorama que sin el apoyo internacional es muy poco probable que los haitianos encuentren una solución a sus problemas, desde la inseguridad hasta las consecuencias que les han dejado los desastres naturales.
Además, señala que se sigue en espera de que otros actores políticos ofrezcan su apoyo, como el gobierno de Francia, el cual supuestamente es uno de los Estados obligados a actuar en pro de la solución de la crisis política, social y económica que hay en Haití por ser su excolonia.
En ese sentido, se prevé que en los próximos días el soporte por parte de Francia, así como de la Unión Europea, sea dado a conocer para no dejar al gobierno caribeño solo, como ha pasado en los últimos años.
“A los actores políticos haitianos siempre se les ha dejado solos, no hay un seguimiento, un control o un apoyo, y eso hace que en un país tan resquebrajado, con tantos intereses políticos y pobreza, sea un caldo de cultivo para este tipo de escenarios”, dice Neira.
