Guerra por el Nobel de la Paz

La Unión Europea obtuivo ayer el Premio Nobel de la Paz en la capital noruega por “promover la armonía y los derechos humanos en Europa durante seis décadas tras el final de la Segunda Guerra Mundial”.

Los diplomas y las medallas las recibieron los presidentes de las tres principales instituciones: José Manuel Barroso de la Comisión Europea, Herman van Rompuy de la Unión Europea, y Martin Schulz del Parlamento.

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La Unión Europea obtuivo ayer el Premio Nobel de la Paz en la capital noruega por “promover la armonía y los derechos humanos en Europa durante seis décadas tras el final de la Segunda Guerra Mundial”.

Los diplomas y las medallas las recibieron los presidentes de las tres principales instituciones: José Manuel Barroso de la Comisión Europea, Herman van Rompuy de la Unión Europea, y Martin Schulz del Parlamento.

Para definir quién recogería físicamente el galardón, primero se tuvieron que librar duras negociaciones en las entrañas del organismo, según publicó el corresponsal del diario español El Mundo, Javier Gallardo.

En los pasillos de la Unión Europea existen las voces que argumentan que hay “recelos y suspicacias por parte de los tres presidentes”.

Y parece ser que la decisión de darle un papel protagónico a Schulz, Van Rompuy y Barroso fue un acto salomónico.

La polémica

La determinación de otorgar el premio al bloque europeo ha estado rodeado de polémica desde que su anuncio.

Tres ganadores del Nobel de la Paz –el arzobispo sudafricano Desmond Tutu, Mairead Maguire de Irlanda del Norte y el argentino Adolfo Pérez Esquivel– pidieron que el premio de 1.2 millones de dólares no se entregara este año.

Consideraron que la Unión contradice los valores asociados con la distinción porque depende de la fuerza militar para garantizar la seguridad.

Además, Amnistía Internacional dijo ayer que los líderes europeos no deben “regocijarse por el esplendor del premio” al advertir que la xenofobia y la intolerancia están creciendo en el continente.

La economía del bloque se encuentra en uno de sus puntos más críticos, lo que ha provocado una crisis social.

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