Guerra contra el plástico
La Alianza del Pacífico se compromete a reducir los plásticos de un solo uso en una declaración presidencial. Los gobiernos de tres países miembros discuten regulaciones federales sobre el tema, mientras México solo tiene leyes estatales
Mariana RecamierUna tortuga no logra nadar porque tiene botellas de plástico atadas a su cuerpo. Alguien se acerca en una lancha, le quita los desechos y por accidente se queda con su aleta en la mano. El animal regresa al mar mutilado.
Esa escena quedó registrada en un video que exhibe los efectos de bolsas, popotes, botellas y otros productos similares en los océanos. Ante situaciones como la de la tortuga, los países de la Alianza del Pacífico le declararon la guerra al plástico de uso único y prometieron implementar otras políticas que frenen la contaminación de ecosistemas marítimos y terrestres.
Así lo recoge la declaración que fue presentada en Lima por representantes del gobierno de Chile, Colombia, México y Perú al cierre de la XIV Cumbre de la Alianza Pacífico. Este documento reafirma el compromiso del bloque por cumplir con la Agenda 2030 de Naciones Unidas y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
En el texto, los gobiernos de los cuatro países declaran su convicción por implementar políticas para reducir la utilización de los plásticos de un solo uso, disminuir la presencia de residuos en los ecosistemas y prevenir la contaminación por microplásticos.
“Importantes las acciones aprobadas sobre la gestión sostenible de los plásticos por parte de México, Chile, Perú y Colombia. Aprobamos un programa común para eliminar plásticos de un solo uso lo más pronto posible”, publicó en Twitter Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores de México.
Los gobiernos que integran la Alianza del Pacífico hicieron esta declaración porque el nivel de artículos fabricados con plástico y desechados en el mundo es alto. Cada minuto se compran un millón de botellas de plástico y se usan 500 mil millones de bolsas en un año, de acuerdo con las estimaciones de Naciones Unidas.
Casi una tercera parte de todos los envases de plástico salen de los sistemas de alcantarillado y ocho millones de toneladas acaban en los océanos cada año, lo que amenaza la vida marina.
Cien mil mamíferos marinos y un millón de aves marinas mueren por la ingesta de plástico en un año; otros mueren por enredos, asfixia, estrangulación o desnutrición por estos desechos, de acuerdo con el informe Plásticos en los océanos de la organización Greenpeace.
El problema afecta de forma especial a la región de América Latina. Un tercio de todos los residuos generados en las urbes latinoamericanas terminan en vertederos abiertos o en el medio ambiente y El Caribe es el segundo mar más contaminado de plásticos en todo el mundo, según datos de ONU Medio Ambiente.
La agencia de Naciones Unidas también destaca que alrededor de 145 mil toneladas de desechos de las ciudades latinoamericanas se eliminan de manera inadecuada al día y solo 10 por ciento se reutiliza a través del reciclaje u otras técnicas de recuperación.
Ante esta situación de emergencia, la Alianza del Pacífico promete en la declaración una serie de acciones concretas que desincentiven la demanda de plásticos de un solo uso. Entre las iniciativas que plantean los gobiernos firmantes se encuentra el análisis de la regulación de las bolsas plásticas de un solo uso con la finalidad de asegurar su consumo responsable.
Otra de las acciones que se menciona en el documento es limitar el ingreso de bolsas, popotes y otros productos de plástico de un solo uso, especialmente en áreas que resguardan el patrimonio natural y cultural de cada país.
Entre otras razones, esta propuesta se debe a que en orden de magnitud, los residuos de un solo uso que se encuentran más comúnmente en las playas son colillas de cigarros, botellas, tapas, envoltorios de comida, bolsas, popotes, agitadores y empaques de unicel, de acuerdo con datos de ONU Medio Ambiente.
Otra iniciativa de la Alianza del Pacífico es promover la investigación y la innovación de industrias con la finalidad de que desarrollen alternativas más sostenibles que los productos de plástico, especialmente de un solo uso.
Algunos avances contra el plástico
Los gobiernos presentaron la declaración el pasado 6 de julio ya con algunos avances en el tema de los plásticos. Las administraciones de los cuatro países han implementado políticas para frenar el uso de este material en los últimos dos años.
Chile es el líder de la región en la lucha en contra de los plásticos. Es la primer nación de América Latina en prohibir en todo su territorio que las grandes tiendas y supermercados entreguen a sus clientes bolsas plásticas desde febrero del presente año.
Antes de la publicación de la ley, en el país sudamericano se usaban 3 mil 400 millones de bolsas plásticas al año, lo que equivale a un consumo de 200 bolsas anuales por persona.
La aplicación de la ley rige para todas las grandes empresas, pero las medianas y pequeñas pueden entregar hasta dos bolsas por compra hasta el 3 de agosto de 2020.
El gobierno colombiano también actúa para reducir los plásticos aunque aún no tiene normas aprobadas sobre este asunto. La Comisión Quinta de la Cámara de Representantes del Senado aprobó en marzo por unanimidad el proyecto de ley que busca prohibir la fabricación, importación, venta y distribución de plásticos de un solo uso.
La iniciativa se encuentra en segundo debate en la plenaria de la Cámara de Representantes y se espera que se le dé trámite en el segundo semestre de 2019.
En territorio colombiano se consumen un millón 250 mil toneladas de plástico por año, es decir, cada persona desecha 24 kilos de plástico anualmente, de acuerdo con los registros de Greenpeace. El 74 por ciento de los envases termina en rellenos sanitarios y los plásticos invaden las ciudades y contaminan mares, ríos y manglares.
En el caso peruano, el gobierno aprobó en diciembre pasado la ley del plástico que prohíbe productos como popotes, bolsas y envases de unicel para bebidas y alimentos. Antes, los peruanos consumían 947 mil toneladas de plásticos al año.
Al contrario de los otros miembros de la Alianza, México aún no crea regulaciones a nivel federal sobre los productos de plástico, pero algunos de sus gobiernos estatales prohíben el uso de estos artículos para revertir hábitos de consumo como las 650 bolsas que son utilizadas en promedio por persona al año, de acuerdo con cifras de Greenpeace.
Al menos diez entidades mexicanas han dado un paso adelante para legislar la prohibición de artículos desechables. Baja California, Chihuahua, Sonora, Durango, Tamaulipas, Veracruz, San Luis Potosí, Jalisco, Ciudad de México y Nuevo León han modificado sus legislaciones para prohibir o regular el uso de bolsas de plástico, popotes o artículos de unicel.
En algunos lugares como Nuevo León y Ciudad de México las leyes que regulan los productos de un solo uso se aplican hasta 2020.
Los gobiernos tienen que endurecer la guerra contra los plásticos antes de que las personas naden entre popotes y botellas.