El próximo semestre del año, comenzará a operar la Fundación Europea para la Democracia (FED), una respuesta estratégica de la Unión Europea (UE) al surgimiento de grupos a favor de los valores democráticos.
La inquietud de crearlo surgió hace dos años, luego de que estallaron las revueltas democráticas en el mundo árabe y la burocracia de la UE no obró con prontitud para proveer la financiación que se necesitaba urgentemente en la región.
La FED, con sede en Bruselas y concebida en el marco de la Política Europea de Vecindad creada en 2004, busca adaptarse a las necesidades de los países del sur del Mediterráneo, apoyando las transiciones democráticas y al desarrollo de la sociedad civil.
El objetivo es promover el respeto a los derechos humanos y asignar fondos de apoyo financiero para la construcción de democracias profundas y sostenibles.
No a la burocracia
A la fecha, la FED ha recaudado 18 millones de euros (23 millones de dólares) de diversos países europeos y concederá donativos a activistas y grupos defensores de la democracia bajo un mecanismo de financiación más flexible, prescindiendo de los rígidos requisitos establecidos en los programas de la UE.
Un ejemplo de la simplificación de las operaciones del fondo será la entrega de financiación a grupos sin registro y la aceptación de solicitudes para recursos en idiomas árabe y ruso, en contraste con las que actualmente solo se reciben en inglés o francés en la UE. (Con información de AP)