El gobierno de Uruguay sigue bajo la mira regional tras la entrega de un pasaporte al narcotraficante Sebastián Marset, con el cual pudo salir de una prisión en Dubái.
Este suceso provocó que el presidente Luis Lacalle Pou hiciera cambios de último momento en su gabinete, a un año y medio de terminar su mandato.
Lacalle Pou dio a conocer la dimisión del canciller Francisco Bustillo y anunció a Omar Paganini como su sucesor.
Aunque el presunto involucramiento de Bustillo en el caso de Marset se dio a conocer desde hace una semana, no fue sino hasta este lunes que la presidencia recibió su renuncia porque el presidente se encontraba fuera del país.
El presidente también anunció la renuncia del ministro del Interior, Guillermo Maciel, por estar incluido en las acusaciones por el caso del pasaporte. En su lugar fue nombrado Nicolás Martinelli.
Me siento muy agradecido y honrado con la decisión del Presidente de confiarme la conducción del Ministerio del Interior. Lo asumo con el compromiso y la responsabilidad de trabajar, junto a todo el equipo, para que cada persona, en cualquier rincón del país, se sienta más segura pic.twitter.com/iBYATxBWNz
— Nicolas Martinelli (@Ni_Martinelli) November 7, 2023
El doctor Fernando Neira, investigador del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), reafirma que la situación que vive hoy Uruguay es “sumamente preocupante” porque se está hablando de funcionarios de alto nivel que están siendo involucrados en temas de narcotraficantes.
“El hecho mismo de que un narcotraficante tenga algún contacto directo o indirecto con un alto funcionario del gobierno uruguayo, evidentemente es un escándalo porque no tiene por qué darse, y el que se hayan entregado pruebas de esto hace más grave la situación: afecta la imagen del gobierno, se evidencia que hay cierto vínculo entre las autoridades y un personaje que ha tenido que ver con Brasil, Bolivia y Colombia”, detalla el especialista.
En Colombia, se descubrió que Marset, de 32 años, estuvo relacionado con el asesinato del fiscal Marcelo Pecci, un caso con el que el presidente colombiano, Gustavo Petro, admitió que el narcotráfico ya era un problema americano y mundial.
🔴 AHORA | Lacalle Pou anunció quiénes serán los nuevos ministros:
👉 Nicolás Martinelli estará al frente del Ministerio del Interior
👉 Omar Paganini dejará Industria y pasará a Cancillería
👉 Elisa Facio asumirá como ministra de Industria pic.twitter.com/165E2QF6ab
— Telemundo (@TelemundoUY) November 4, 2023
Oposición de Uruguay aprovechará la crisis al que se enfrenta el gobierno por pasaporte entregado
La entrega del pasaporte a Marset se da en el marco de las contiendas políticas en el país, lo que convierte la ayuda del gobierno de Lacalle Pou al narcotráfico en un arma para la oposición.
“Cuando ocurren estas cosas, los sectores de la oposición entran a jugar un papel importante y ningún gobierno se salva de un escándalo de esta magnitud a la puerta de terminar su mandato.
“Sin duda la administración del presidente va a tener una cara negativa hacia los próximos comicios, pero sobre todo su partido”, resalta el investigador.
El Partido Nacional, la fuerza política en el gobierno, dio a conocer en un comunicado que rechazaba la “política de ataques sin límites éticos” y que la administración al mando contaba con todo su apoyo.
🔵Declaración del Directorio del Partido Nacional
➡️ https://t.co/kQmcUpJSl7 pic.twitter.com/lJPUrunAfN
— Partido Nacional (@PNACIONAL) November 6, 2023
¿Cómo se descubrió la relación del canciller uruguayo en el caso de Marset?
El presunto involucramiento del excanciller Francisco Bustillo en el caso Marset se dio a conocer por medio de audios y mensajes que lo señalaron.
Carolina Ache, exsubsecretaria de Relaciones Exteriores de Uruguay, fue quien presentó las evidencias a las autoridades, como audios en los que Bustillo le pide que oculte cualquier prueba relacionada con el narcotraficante, e incluso que perdiera su teléfono móvil.
La exfuncionaria guardaba una conversación de WhatsApp con Guillermo Maciel, viceministro de Interior, en la que él admitía que Marset se trataba de “un narco muy peligroso y pesado”.
Ache argumentó que en su momento ella fue la única que dejó su cargo no por haber hecho algo incorrecto ni ilegal, sino por negarse a ocultar comunicaciones a la justicia y por no participar en un delito.
Con las pruebas entregadas por la exviceministra, Bustillo aseguró que su excolega descontextualizó conversaciones, e insistió en que no había nada ilegal en el pasaporte que se le entregó al narcotraficante.
En entrevista a medios locales, la exsubsecretaria se dijo arrepentida de no dar a conocer las conversaciones meses antes, pues todos en la Cancillería eran conscientes de las pláticas que tuvo con Maciel.