Giorgia Meloni empieza como primera ministra de Italia; estos podrían ser sus principales socios comerciales

Desde hace sólo tres días, la población italiana cuenta con un nuevo gobierno liderado por Giorgia Meloni, la derechista que ayer dejó en claro en qué términos representará a su país.

Luego de que el pasado domingo la presidenta de Hermanos de Italia recibiera del economista Mario Draghi la bienvenida al Palacio del Quirinal, ayer sentó las bases de su administración durante la Sesión de Investidura que se llevó a cabo en el Consejo de Ministros de la Cámara de Diputados.

Ante sus partidarios, además de que Meloni se dijo orgullosa de ser la primera mujer en la historia de Italia en representar a su país, agregó que estaba lista para reforzar los lazos bilaterales con otros Estados, como con el resto de los miembros de la Unión Europea, de donde su nación es miembro desde 1958.

De acuerdo con datos de El Observatorio de Complejidad Económica (OEC, por sus siglas en inglés), los principales socios europeos de Italia en cuanto a exportaciones son Alemania y Francia en productos como coches, vehículos de motor, medicamentos envasados, petróleo refinado y vacunas.

Por otro lado, con respecto a sus importaciones, además de que Alemania y Francia están involucrados, también lo están otros países del grupo de los 27 como España y Países Bajos.

En cuanto Meloni tomó posesión el pasado domingo, Emmanuel Macron, presidente de Francia, le compartió un mensaje, asegurándole que como europeos, países vecinos y pueblos amigos, debían continuar todo el trabajo iniciado.

“Triunfar juntos, con diálogo y ambición. Se lo debemos a nuestra juventud y a nuestros pueblos. Nuestro primer encuentro con Giorgia Meloni va en esa dirección”, declaró Macron.

De igual manera, el canciller alemán Olaf Scholz, puntualizó que esperaba seguir trabajando en estrecha colaboración con Italia no sólo como miembro de la Unión Europea, sino de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y del G7.

Aunque Italia no mantiene relaciones tan estrechas con todos los países que integran la Alianza Atlántica y el G7, como con Japón y Canadá, se prevé que Meloni engrandezca su política exterior con el fin de ganar más beneficios diplomáticos y económicos.

En América del Norte, es Estados Unidos el mayor aliado del gobierno italiano en materia de exportaciones, y con el que, como sus socios europeos, también comparte espacio en el G7 y la OTAN.

En cuanto se dio a conocer la toma de posesión de Meloni, Joe Biden, presidente de la Unión Americana, felicitó a la política conservadora, detallando que esperaba seguir avanzando juntos en temas como el apoyo a Ucrania, garantizar el respeto a los derechos humanos y los valores democráticos.

Los temores sobre Giorgia Meloni se diluyen

Antes de que Giorgia Meloni fuera elegida como primera ministra de Italia, su llegada al poder causaba incertidumbre debido al conservadurismo que la caracteriza.

Entre otras cosas, se mencionaba que podría alejar a su nación de la Unión Europea, y que incluso dejaría de respaldar la libertad de los ucranianos ante la invasión de Rusia.

Sin embargo, con su discurso emitido en el Consejo de Ministros de la Cámara de Diputados, disipó cualquier crítica, dejando en claro que seguirá trabajando con el resto de los países de la región, apoyará la autonomía de los ucranianos y además combatirá cualquier forma de racismo, violencia política o discriminación.

“Nuestro objetivo es liberar las mejores energías de la nación y garantizar a todos los italianos un futuro de mayor libertad, justicia, bienestar y seguridad”, dijo Meloni.

Ante ese discurso, la doctora Ana Luisa Trujillo, docente del Centro de Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, opina que la primera ministra diluyó todos los temores que se habían manifestado a su alrededor, como que era una antieuropeísta.

“Tras su discurso, Meloni se pone como una europeísta más. Dice que va a promover el interés de Italia en Europa, mas no que va a sacar a su país del bloque.

“Creo que hay una conciencia muy importante de que Italia necesita a Europa, y que dadas las condiciones económicas que vienen el próximo año, es necesario permanecer ahí, sobre todo a la luz de lo que se ha visto en Reino Unido que ha sido desastroso”, menciona.

Bajo esa línea, la doctora comparte que Italia va a seguir abogando por una construcción europea, sobre todo ante las necesidades que tienen en la región en cuanto a los elevados costos del gas y la crisis económica derivada de la pandemia por COVID-19 y de la guerra en Ucrania.

“En general creo que hay un poco de tranquilidad en los procesos europeos de cómo se va a posicionar Italia a nivel internacional. En cuestión de hidrocarburos, se podría estar en la búsqueda de crear un acuerdo conjunto de gas; entonces, no veo para nada a Italia fuera de Europa ni boicoteando sus procesos”, agrega la docente.

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