Gina Haspel se convirtió en la primer mujer en dirigir la CIA; el senado estadounidense confirmó su nombramiento.
La nominada del presidente Donald Trump consiguió 54 votos a favor, entre estos el de seis demócratas, y 45 en contra, en los que se contemplan dos republicanos.
Haspel llegó a la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) en febrero de 2017, como subdirectora, bajo el mando de Mike Pompeo. Sin embargo, la actual funcionaria inició su carrera en este organismo en 1985, como agente encubierta.
También ha ocupado puestos directivos en el Servicio Nacional Clandestino y en el Centro Nacional de Contraterrorismo, fue supervisora en algunas misiones, y encabezó puestos seccionales en la institución.
Tras la salida de Pompeo, para reemplazar a Rext Tillerson como secretario de Estado de Donald Trump, Gina quedó al frente de las operaciones de la Agencia.
El senador John McCain, quien no participó en la votación a causa del cáncer, llamó a rechazar el nombramiento de la ahora directora a través de un mensaje en su cuenta de Twitter, por considerarlo “perturbador” a causa de su papel en casos de torturas y su negativa para calificar de inmorales los interrogatorios en los que estuvo presente.
Haspel es señalada, según el diario The New York Times, por supervisar la tortura de dos sospechosos de terrorismo cuando dirigía la prisión de la CIA en Tailandia.
Además, está vinculada a un cable en el que se daba instrucciones de destruir pruebas de un video en el que documentó los interrogatorios, en los que se utilizaron técnicas ‘brutales’ y ‘tortura por ahogamiento’; uno de los sospechosos fue sumergido en agua hasta 83 veces, según el medio estadounidense.