Una enfermera de Texas que está encarcelada por el asesinato de un niño en 1982 fue acusada de asesinato en la muerte de un bebé un año antes, y las autoridades dijeron el viernes que creen que pudo haber matado a 60 niños pequeños en ese tiempo.
Genene Jones, de 66 años, está cumpliendo penas concurrentes de 99 y 60 años en una prisión de Gatesville por el asesinato en 1982 de Chelsea McClellan, de 15 meses de edad, y el enfermo de un niño de 4 semanas que sobrevivió.
A la niña se le administró una inyección fatal de un relajante muscular y el niño recibió una inyección grande de un anticoagulante. Jones podría ser liberada el próximo mes de marzo.
Pero el jueves, la oficina del fiscal del distrito de Bexar anunció que fue acusada en 1981 de la muerte de Joshua Sawyer, de 11 meses de edad, quien según los investigadores murió de una sobredosis fatal de una droga anti-convulsiva, Dilantin.
Durante el tiempo de Jones trabajando en hospitales y clínicas en San Antonio y en otras partes de Texas, los niños murieron de convulsiones inexplicables y otras complicaciones.
En una conferencia de prensa el viernes en San Antonio, el fiscal Nico LaHood dijo que los investigadores creen que Jones pudo haber matado a algunos o todos esos niños porque murieron bajo circunstancias inusuales durante o poco después de sus turnos.
“Ella ha sido sospechada en decenas de muertes infantiles y sólo ha sido responsable en uno”, dijo. No está claro por qué las acciones de Jones, que involucran a tantas víctimas sospechosas, no fueron detectadas antes.
Pero Sam Millsap, abogado de distrito anterior en el Condado de Bexar, dijo a KSAT-TV en 2013 que los registros médicos en el hospital de San Antonio en un punto fueron destruidos accidentalmente, dificultando los esfuerzos de los investigadores para demostrar sus sospechas.
Chelsea McClellan murió después de recibir una inyección en una clínica en Kerrville, al noroeste de San Antonio, y los fiscales en el juicio de asesinato de Jones en 1984 dijeron que la enfermera inyectó letalmente a niños allí para demostrar la necesidad de una unidad de cuidados intensivos pediátricos en un hospital cercano.
Otros fiscales teorizaron que la táctica de Jones era tomar medidas médicas rápidas y salvar a algunas de sus víctimas, haciéndose parecer una especie de trabajadora milagrosa. LaHood dijo que el nuevo cargo de asesinato se basa en nuevas pruebas que salieron a la luz y una revisión de las pruebas antiguas.
También dijo que las muertes de algunos de los otros niños están siendo reexaminadas y que se podrían presentar cargos adicionales. A Jones se le ha negado consistentemente la libertad condicional a lo largo de los años.
Ella debía ser puesta en libertad el próximo mes de marzo después de cumplir un tercio de su condena bajo una ley de liberación obligatoria adoptada en 1977 para ayudar a aliviar el hacinamiento en las cárceles.
La ley fue reformada 10 años más tarde. Jones, cuyo caso ha sido narrado en dos libros, una película de TV y numerosos artículos, fue “emocional” cuando se le entregó una orden de arresto el jueves, dijo LaHood.
“Tenemos todas las razones para creer que esperaba salir el próximo año”, dijo. Debido al nuevo cargo, Jones será transferido a la cárcel del condado de Bexar y se mantendrá en un bono de un millón de dólares mientras el caso es procesado. Una condena de asesinato lleva una sentencia máxima de 99 años.
LaHood dijo que Jones no es elegible para la pena de muerte porque Texas no tuvo tal sentencia en el momento de la muerte de 1981. “Haremos nuestro mejor esfuerzo para asegurar que Genene Jones tome su último aliento detrás de las rejas”, dijo LaHood.
Con información de AP
