Diplomáticos y empresarios en trajes oscuros se afanaron por acercarse el jueves mientras sostenían sus teléfonos iPhone y BlackBerry para tomar una imagen de la ganadora del Premio Nobel de Paz, que realiza su primer viaje fuera de Mianmar en 24 años.
El secretario general de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, Surin Pitsuwan, reconoció que el auditorio “está lleno. No lo sé ¿podemos nosotros, los panelistas, reclamar el crédito por ello o se debe a la Dama?”, agregó en referencia la disidente de Mianmar.
Muchos en Mianmar llaman a Suu Kyi “la Dama” como gesto de respeto pero también porque durante años era considerado peligroso pronunciar su nombre en voz alta. Los antiguos gobernantes militares del país temían tanto la popularidad de Suu Kyi que la sometieron a detención domiciliaria por 15 de los últimos 22 años. En su encierro se le distinguió con el Premio Nobel de la Paz en 1991.
Suu Kyi fue liberada tras las elecciones del 2010 en Mianmar. Desde entonces, el presidente Thein Sein ha sorprendido al mundo con sus reformas, incluyendo una segunda ronda electoral en abril en la que Suu Kyi obtuvo una banca en el parlamento.
En su primer viaje al extranjero, Suu Kyi se reunió el miércoles con emigrantes empobrecidos que abandonaron Mianmar para encontrar empleo en Tailandia. Les dijo que hará todo lo que pueda para que regresen.
Piensa regresar el jueves por la tarde, tras pasar la mañana en varias sesiones del encuentro centradas en la economía global y el desempeño de China en la región. (AP)