Frente de gobernadores en oposición contra Trump
El presidente de Estados Unidos enfrenta la oposición de un grupo de gobernadores que se resisten a levantar las medidas de aislamiento social para reactivar la economía estadounidense
Mara EcheverríaDonald Trump no baja la guardia y ahora enfrenta a algunos gobernadores que buscan establecer planes regionales para reanudar las actividades sociales y económicas una vez que aminoren los contagios de Covid-19 en el país.
Seis estados ubicados al noreste de Estados Unidos, entre ellos, Nueva York, Nueva Jersey y Pensilvania, en donde el número de contagios es alto, anunciaron que desarrollarán conjuntamente un plan para restablecer sus actividades una vez que el virus desaparezca.
Estas ciudades, además de Connecticut, Delaware y Massachusetts, informaron que establecerán una mesa de trabajo para delinear la estrategia del plan regional para aliviar las restricciones implementadas durante el último mes de manera gradual.
“Contar un plan regional coordinado es lo más inteligente para todos. Para las personas de estas ciudades. Este es el momento para un gobierno inteligente, competente y efectivo. Nada más importa”, declaró Andrew Cuomo, gobernador demócrata de Nueva York, en su conferencia diaria para informar sobre la emergencia sanitaria, el 13 de abril.
California, Oregon y Washington, que se ubican al otro lado del territorio estadounidense, irán por el mismo camino y también delinearán una estrategia conjunta para ablandar las medidas de restricción social.
Sin embargo, el presidente respondió a estas declaraciones de los mandatarios locales con un golpeteo de manos y advirtió que es su gobierno quien tiene la autoridad total para planificar el regreso a la normalidad en el país de las barras y las estrellas.
“Cuando alguien es presidente de Estados Unidos, la autoridad es total. Y así es como debe ser. Total”, sentenció el empresario en un mensaje que emitió desde la Casa Blanca el mismo día del anuncio de los gobiernos locales.
Para Monserrat Castillo, internacionalista por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), las declaraciones del presidente tienen una enorme carga en contra de los gobiernos demócratas, en especial con el líder de Nueva York, quien ha ganado popularidad ante las medidas que ha emprendido para enfrentar la pandemia.
“El presidente Trump ya tiene en la mente las elecciones de noviembre y es seguro que considere que tiene ventajas frente a John Biden y mientras tenga posibilidades mantendrá y explotará la imagen de hombre fuerte que lo llevó a ganar las elecciones en 2017”, dijo la especialista.
Si bien los estados no han emitido una postura conjunta para responder las amenazas de Trump, el gobernador Andrew Cuomo respondió que no pondrá en riesgo la salud de la población de la ciudad que se considera el epicentro de la emergencia sanitaria en EU.
“Si me ordena la reapertura de una forma que ponga en peligro la salud pública de la gente de mi estado no lo haría. No tenemos rey, tenemos un presidente, así que el presidente no tiene una autoridad total”, sentenció el demócrata, considerado como el principal opositor.
Covid, el enemigo de Trump
Las acciones de Donald Trump para enfrentar la pandemia que pone en jaque a los sistemas de salud del mundo están en el ojo del huracán, ya que en un primer momento minimizó la dispersión del virus que alcanzaba a miles de personas en el viejo continente.
“Sería normal que el presidente buscara impulsar la economía lo más pronto posible porque es una de sus cartas fuertes para la campaña electoral, pero sí la estrategia no resulta adecuada, puede perder puntos ante los ciudadanos que quiere agregar a su base electoral”, comenta Castillo.
No obstante, el presidente republicano endurece cada vez más sus acciones políticas para hacer frente a la crisis de salud en el mundo y ordenó suspender de forma temporal el financiamiento a la OMS, organismo al que acusó de encubrir información errónea de China sobre el coronavirus.
Esta no es la primera vez que el mandatario desestima la situación sanitaria desde que Texas registró el primer caso de Covid-19, el 21 de enero. Desde entonces, el número de casos en Estados Unidos presentó un aumento exponencial y hasta el cierre de esta edición se contaban 592 mil 743 personas infectadas y 25 mil 649 decesos.
Ante la inacción inicial por parte de la administración federal, los gobiernos locales implementaron medidas como cerrar negocios no esenciales y suspender cirugías no urgentes para preservar el equipo médico y la capacidad de hospitales para atender a los enfermos de Covid-19.
Hacia finales de marzo, el presidente Donald Trump decretó la cuarentena, cierre temporal de negocios, restricciones de entrada a pasajeros provenientes de diversos países y cierres parciales en las fronteras.
“Los gobiernos estatales, sobre todo los demócratas, ya vieron que pueden ser una oposición importante para Trump y será común que hagan grupo que enfrente las decisiones federales si los decretos no están a la altura de la emergencia que vive cada uno”, opina Castillo.