¿Forward?

Barack Obama refrendó su estancia en la Casa Blanca al vencer claramente ayer a su rival Mitt Romney. El presidente tenía, hasta la 1:30 a.m. de hoy, 303 votos electorales contra 206 del candidato republicano.

Ayer, el mandatario consiguió obtener el segundo período que tanto pidió al electorado, ganando en los estados considerados como liberales.

Y aunque la diferencia en votos electorales fue de alrededor de 100, en los sufragios populares (votos directos) la pelea estuvo muy reñida.

Jorge Mireles Jorge Mireles Publicado el
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Barack Obama refrendó su estancia en la Casa Blanca al vencer claramente ayer a su rival Mitt Romney. El presidente tenía, hasta la 1:30 a.m. de hoy, 303 votos electorales contra 206 del candidato republicano.

Ayer, el mandatario consiguió obtener el segundo período que tanto pidió al electorado, ganando en los estados considerados como liberales.

Y aunque la diferencia en votos electorales fue de alrededor de 100, en los sufragios populares (votos directos) la pelea estuvo muy reñida.

Obama obtuvo el 49.5 por ciento de los votos mientras Romney alcanzó el 49 por ciento de ellos, a penas medio punto de diferencia.

En la víspera de definir al vencedor, el diario The New York Times publicó un video dando 11 razones por las cuales no votar en los comicios.

Y así fue como concluyó la carrera electoral entre Obama y Romney, una de las batallas más reñidas solo comparables con la de hace 12 años entre George W. Bush y Al Gore.

Estados como California, con sus 55 votos electorales, fueron claves para el triunfo de Obama. Florida sin embargo aún no se define claramente, aunque esto ya no afectará a los resultados.

En Nueva York el dominio demócrata fue total. Ahí el primer mandatario obtuvo casi el 61 por ciento de los votos, mientras Romney  se llevó el 38 por ciento. Se disputaban 29 votos electorales.

Obama ganó ¿y ahora?

Una vez derrotado Mitt Romney, la asignatura para Barack Obama los siguientes cuatro años no será cosa fácil.

La posibilidad de caer en un despeñadero fiscal está presente y deberá de sortear esta amenaza.

Y es que el presidente hipotecó los votos a su favor a cambio de cumplir las promesas que no pudo realizar en el primer capítulo de su gobierno.

Obama se topará al inicio de su segundo período en la Oficina Oval con el camino a cuestas gracias a la impopularidad que le generó la crisis económica apenas fue elegido en 2008.

Con una recuperación tenue, gran parte de los estadounidenses desacreditaban al demócrata, argumentando que no veían una mejora en sus vidas en comparación con cuatro años antes.

La resaca de las promesas incumplidas del último periodo perseguirán a Obama con una advertencia muy clara: ya no hay terceras oportunidades.

En lo político, el presidente no encontrará el Congreso muy a su favor.

Ambas cámaras estarán polarizadas, con los republicanos dominando la de los Representantes y los demócratas siendo mayoría en el Senado.

Esto, lejos de beneficiar al gobierno trayendo pluralidad, dejará a la administración de Obama con la misma suerte de los últimos años: legislaturas truncadas.

Las deudas de Obama

Una encuesta de Gallup días antes de la elección reveló que las cuatro grandes preocupaciones de los norteamericanos eran la economía, el desempleo, el déficit del gasto federal y el sistema de salud.

La primera deuda que el presidente tendrá que pagar es claramente mejorar la situación económica de los estadounidenses.

Si bien es cierto, la recuperación desde el 2008 ha sido sostenida aunque de manera muy lenta.

Lo mismo ocurre con el desempleo, cuya tasa ronda en el 8 por ciento actualmente.

Obama necesitará emplearse a fondo para acelerar el crecimiento y que exista un mayor nivel de ocupación laboral entre la población.

Neil Irwin de The Washington Post vaticina  que el siguiente escenario económico para los próximos cuatro años será abrupto.

Empezando por Europa, cuya situación aún es preocupante, el presidente puede estar tranquilo con las autoridades de la zona euro, quienes parece que han comenzado a actuar a gran escala para salvar la región de un desplome descomunal.

Los mercados han persuadido a la Unión Europea para hacer lo que sea necesario para mantenerse juntos.

Esta misma confianza en dicha región reduce las preocupaciones de un distanciamiento entre el estadounidenses y el Viejo Continente.

Los socios comerciales de Estados Unidos lejos de México comienzan a perder valor.

Japón acumula dos décadas de una política económica agitada, terribles problemas demográficos y un liderazgo político inestable, además de una deuda pública que aumenta.

Gran Bretaña, el histórico socio comercial de los norteamericanos, se encuentra atrapado en un crecimiento económico nulo desde que estalló el pánico financiero en 2009.

Irwin amenaza que el futuro que le espera al presidente en caso de verse incompetente de dirigir a Estados Unidos a políticas fiscales sostenibles a largo plazo es uno como la actual situación de japoneses o británicos.

Y los vecinos del sur parecen no ser una opción muy atractiva para el gobierno de Estados Unidos.

En el tercer debate presidencial, América Latina pasó de noche tanto para Romney como para Obama, por lo que difícilmente habrá cambios significativos en las relaciones actuales.

El reelegido demócrata, quien acusó fuertemente durante su campaña a Mitt Romney de enviado empleos a otros países, tendrá que demostrar que es la mejor opción para recuperar aquellos trabajos que tuvieron destino en ultramar.

Desde 2001, Estados Unidos ha perdido más de 56 mil maquiladoras que han ido a parar a otros países con mano de obra más barata.

Obama se verá con un dilema muy grande: mantener su reforma al sistema de salud (conocido como “Obamacare” por muchos de sus detractores) viéndose firme en sus posturas sociales o claudicar ante el enorme costo que éste representa para el gasto público.

Se estima que el “Obamacare” costará al menos 2.6 billones de dólares los siguientes 10 años. 

Está claro que el presidente tendrá que hacer un mejor trabajo, pues últimos sondeos de Rasmussen y Politico reportaban que casi un 50 por ciento de los estadounidenses desaprobaron el trabajo de Obama.

Lo que le espera a México

México, siendo el tercer socio comercial en importancia, no le espera un futuro prometedor en parte por la postura proteccionista que muy probablemente acatarán los republicanos en el Congreso.

Sin embargo, las intenciones de Obama van enfocadas a mantener la actual dinámica de importaciones mexicanas a su país, las cuales representan el 80 por ciento de nuestras exportaciones.

La paciencia latina

El margen de error del mandatario con los latinos es prácticamente nulo.

Una de las cartas fuertes de Barack Obama es su compromiso por representar a las minorías, por lo que deberá comenzar a dar resultados lo antes posible.

Después de aceptar en una entrevista que la frustrada reforma migratoria integral era uno de sus más grandes fracasos, el ex senador de Illinois necesitará usar todas las armas posibles para convencer al poder legislativo que es necesario un cambio.

Durante su primera administración más de un millón de inmigrantes fueron deportados en los últimos tres años fiscales, batiendo récord de expulsiones.

La Ley DREAM, que le permitió a ciertos inmigrantes evitar su deportación, tiene un efecto temporal.

El programa aprobado por Obama en junio de este año ayudó a 800 mil personas, de acuerdo a la secretaria de Seguridad Nacional Janet Napolitano.

Sin embargo, los beneficios de esta legislación se agotan en dos años, por lo que tendrá que convencer que a los hispanos que la ley DREAM no fue solo para atraer votos en tiempos electorales.

Una costosa batalla

El pasado enfrentamiento entre Mitt Romney y Barack Obama se convirtió en la campaña electoral más costosa de la historia de EU.

La elección costó en total  2 mil 600 millones de dólares.

Los votantes, lejos de disfrutar la contienda, padecieron un largo trecho durante la recuperación económica más débil en muchos años.

Obama terminó la contienda sin el rostro fresco del cambio, mientas que su adversario Mitt Romney sostuvo que su contrincante fue un fracaso y que no merecía una segunda oportunidad.

El común denominador en la campaña demócrata fue lanzar el mensaje de confiar nuevamente en el presidente y en su agenda económica de aumentar los impuestos a los estratos más altos.

Romney, por su parte, se mostró como el líder corporativo cuya experiencia como exitoso empresario podía salvar a una nación necesitada de un apaga fuegos como lo fue él en la organización de las Olimpiadas de Invierno de 2002.

AP dijo que la esencia de las campañas fue principalmente la economía.

La batalla se libró en diferentes campos como los anuncios de televisión, las giras a lo largo de los diferentes estados y en un intercambio de acusaciones de calificar uno a otro como mentirosos.

Hoy, Estados Unidos se despierta con el mismo presidente de hace cuatro años, pero a costa de muchos millones de dólares.

¿Y el resto del mundo?

El panorama internacional tampoco luce muy favorecedor para los próximos cuatro años.

Los ojos del gobierno estadounidense están bien centrados en la región de Medio Oriente y el Norte de África.

Atender el caso de Siria será crucial, pero la gran interrogante es cómo ayudar.

El presidente afirmó que no desea tener «otro Irak», por lo que una entrada al territorio sirio está completamente descartado.

La entrega de armas a los rebeldes del Ejército Libre Sirio se prevé que sea una de las opciones más viables, sin embargo, no garantiza detener el derramamiento de sangre en la guerra civil desatada para derrocar al presidente Bashar al Assad.

El caso de Libia, donde murió el embajador Christopher Stevens el pasado 11 de septiembre, es uno de los puntos principales en la agenda de política exterior.

El gobierno de Estados Unidos ya aceptó que el ataque al consulado norteamericano en Bengasi fue perpetrado por terroristas.

Y es aquí donde el presidente se encontrará con un nuevo dilema: ¿De qué manera lidiará la administración de Obama con este problema?

El temor de que Irán desarrolle armas nucleares es otro tema que quitará el sueño al gabinete del presidente.

Sin embargo, el presidente ha mencionado los últimos meses que agotará todos los recursos diplomáticos antes de aventurarse a emplear los militares.

EL DEJA VU DE OBAMA
Por Rodrigo Villegas

Obama ganó la presidencia pero perdió el congreso. Y con ello, se enfrentará a un país polarizado en donde gobernar una vez más bajo la sombra de los republicanos, será su principal reto

El presidente de Estados Unidos Barack Obama ha sido elegido para gobernar cuatro años más.

En la trinchera demócrata no todo es celebración. Al igual que en 2008, el festejo será breve. Lo cierto es que Obama hubiera querido recuperar ambas cámaras para tener un cuatrienio presidencial con gobernabilidad.

El Partido Demócrata ha conseguido aferrarse una vez más a la mayoría que ostentaba en el senado. Pero como estaba previsto, los republicanos se quedaron con la mayoría en la cámara de representantes.

Un deja vu que data de las elecciones intermedias del 2010.

Fue hace dos años cuando el Partido Republicano respaldado por la facción política más conservadora del país, el Tea Party, arrasó en las elecciones legislativas obteniendo una súper mayoría en la cámara baja y recuperando algunos escaños en el senado.

La insatisfacción popular de los dos primeros años de gobierno del presidente orillaron a millones de estadounidenses a votar por la oposición.

Una ola republicana liderada por el representante de Ohio, John Boehner, tomó la cámara de representantes y le hicieron la vida a Obama casi imposible.

Aunque victorioso Barack Obama no solo ha perdido peso demócrata en el congreso, también corre el riesgo de perder el respaldo de algunos de sus correligionarios que se han sentido abandonados por el presidente a lo largo de la campaña.

Muchos se apartaron de él debido a la decreciente popularidad que reflejaba en las encuestas. Otros no consiguieron que el presidente hiciera campaña con ellos.

Con la pérdida de la cámara baja, el futuro de su experimentada lideresa Nancy Pelosi, es incierto. Algunos la dan por jubilada, otros creen que por el bien de la administración de Obama, la representante de California debe permanecer al frente de la bancada demócrata.

Pelosi es una de las piezas clave para que el presidente consiga el apoyo de todos los representantes de su partido. Sin embargo, los últimos dos años que fungió como minoría, la debilitaron. Y más aún, la poco eficiente operación política durante esta campaña podría ser señal de un cambio de liderazgo necesario.

El gran ganador de la fiesta legislativa es el presidente la cámara de representantes John Boehner. Condujo a su facción, oponiéndose a las políticas de Obama y apoyado de una millonaria recaudación de fondos, logrando ganar más escaños.

Por eso, con ese historial, no sería ninguna sorpresa que el líder republicano aspire a ser candidato presidencial en las elecciones de 2016.

En la cámara de senadores, los demócratas se aferraron con uñas y dientes a la mayoría relativa que ostentaban desde 2010.

Aún así, las políticas económicas de Obama permanecen a merced de la cámara de representantes, sobre todo en lo referente a impuestos y presupuestos.

De entrada, el “barranco fiscal” es una amenaza que lleva más de un año atorada en el congreso. Y la estrategia de Obama para lidiar con la deuda nacional nuevamente estará inmersa en una aguerrida batalla legislativa. 

Una pugna política que lejos de debilitar a los congresistas republicanos, los ha fortalecido. La administración del presidente se ha topado con pared y no ha logrado construir los canales de diálogo adecuados para que sus políticas fluyan por el congreso.

Por eso, con una cámara de senadores demócrata y una cámara de representantes republicana, el peor de los temores del presidente merodea en el equipo de Obama.

Los retos son muchos, y aunado a ello, se encuentra una opinión pública que se desliza, pasó de ser positiva a escéptica y ha derivado siendo negativa y hostil.

Sin la presión política de la reelección, y con un Partido Republicano que buscará estabilizar la economía con miras a las próximas elecciones, Barack Obama tendrá más opciones para vender al público sus políticas.

Obama consiguió que algunos de sus alfiles ganaran posiciones legislativas estratégicas. Tal es el caso de Elizabeth Warren, un ícono liberal que fue nombrada como directora de Buró de Protección al Consumidor, y que ayer consiguió recuperar el legendario escaño senatorial demócrata del estado de Massachusetts.

Este asiento fue arrebatado por el Partido Republicano luego de que el experimentado senador demócrata Ted Kennedy falleciera.

En los próximos cuatro años el gobierno Obama peleará las batallas más difíciles en territorio estadounidense.

EL CONSUMO DE MARIGUANA: LA ‘OTRA ELECCIÓN’
Por Raúl Tortolero

Mientras en EU decidían entre dos candidatos presidenciales se dio otra importante votación: a favor o en contra de legalizar el consumo recreativo de esta droga en tres estados

Estados Unidos abrió ayer una puerta a su destino con la votación de un nuevo presidente en la elección del llamado “Gran Martes”.

Mientras los estadounidenses optaban por Barack Obama o por Mitt Romney, tuvo lugar “otra elección”: a favor o en contra de legalizar el consumo recreativo de la mariguana, en Washington, Colorado y Oregon.

En México, en tanto, finaliza el sexenio de la llamada “guerra contra el narcotráfico”, que arroja una estela de más de 70 mil muertos para impedir que llegue la droga a Estados Unidos -su principal destino.

Pero los estadounidenses que votaron ayer en esos tres Estados lo hicieron no a favor o en contra de ninguna guerra; votaron para conocer si ahora podrán fumar “hierba” comprándola en una tienda.

Las preocupaciones de los gobiernos estatales y de los ciudadanos estadounidenses no parecen tener nada qué ver con las del presidente Felipe Calderón. 

Para los vecinos al norte del Río Bravo, la droga no está relacionada ni con balas, ni con sangre, ni con el Ejército en las calles, ni con ningún presunto heroísmo sexenal.

Para ellos, las preguntas en torno a la droga, a la mariguana, son muy distintas: ¿Puedo comprarla ya libremente en una tienda? ¿Tengo que ir al médico para obtener una receta y comprarla en el dispensario de la esquina? ¿Si queda lejos el dispensario, más de cinco millas, hasta cuántas plantas puedo  cultivar en mi casa?

En América Latina se han alzado algunas voces llamando a regular el consumo y venta de la mariguana, antes que continuar con una suerte de “exterminio” que luce como una ficción, pero que deja muertos reales.

Ernesto Zedillo, Fernando Henrique Cardoso y César Gaviria –expresidentes de México, Brasil y Colombia–, han formado un frente en este sentido, exponiendo en foros internacionales, como la Cumbre de las Américas, que debe regularse la comercialización, la propaganda y el consumo de las drogas, luego de una lucha nada fructífera de al menos 40 años.

En México hay algunas opiniones incluso más estructuradas en este sentido. 

El excanciller Jorge Castañeda ha declarado que la legalización de las drogas en Estados Uidos debería constituir una política exterior conjunta con América Latina.

Durante una conferencia titulada “Acabar con la guerra global contra las drogas”, Castañeda declaró que México, junto con Colombia -y acaso también, más adelante, Brasil y Perú-, debería hacer de la legalización de las drogas en EU “su primera tarea en política exterior”.

El ex presidente Vicente Fox también ha solicitado a mandatarios latinoamericanos cambiar de paradigma, acabar con esa guerra y usar los recursos que se le destinan, a educación y desarrollo.

En tanto, por ahora, la tendencia en Estados Unidos parece en un sentido muy diferente al mexicano. Recordemos que son ya 17 los estados que ya legalizaron el consumo médico de la famosa hierba.

Aquí ya es legal su uso médico

> Alaska (desde 1998, es legal el uso de una onza y tener seis plantas) 
> Arizona (desde 2010, 2.5 onzas, y hasta 12 plantas)
> California (desde 1996, 8 onzas, 6 plantas maduras o 12 inmaduras)
> Colorado (desde 2000, 2 onzas usables, 6 plantas)
> Connecticut (2012, una dosis mensual)
> DC (2010, 2 onzas secadas)
> Delaware (2011, 6 onzas)
> Hawaii (2000, 3 onzas, 7 plantas)
> Maine (1999, 2 onzas y media, 6 plantas)
> Michigan (2004, 2 onzas y media, 12 plantas)
> Montana (2004, una onza, 4 plantas)
> Nevada (2000, una onza, 7 plantas)
> New Jersey (2010, 2 onzas)
> New Mexico (2007, 6 onzas, 16 plantas)
> Oregon (1998, 24 onzas, 24 plantas)
> Rhode Island (2006, 2.5 onzas, 9 plantas)
> Vermont (2004, 2 onzas, 9 plantas)
> Washington (1998, 24 onzas, 15 plantas)

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