En lo que ya se califica como una elección histórica en Perú, por lo cerrado de la contienda, hasta el día de ayer, en la segunda vuelta electoral presidencial, Pedro Pablo Kuczynski aventajaba a Keiko Fujimori por una diferencia de apenas el 0.32 por ciento.
Con un avance cercano al 98 por ciento en el escrutinio de las actas, la Oficina Nacional de Procesos Electorales del Perú, mostraba una ventaja de poco más 50 mil votos del candidato de Peruanos por el Kambio sobre la candidata de Fuerza Popular.
Las primeras cifras que se conocieron tras la jornada electoral del pasado 5 de junio daban una ventaja reducida a Kuczynski.
Aún falta procesar las actas provenientes de los peruanos residentes en el extranjero, que representan 884 mil 924 votos, así como de las localidades más alejadas en el interior.
Aunque la desventaja de Fujimori se ha ido estrechando, y los fujimoristas aún confiaban en un vuelco de última hora, los expertos tienen la percepción que la candidata de Fuerza Popular no podrá dar vuelta a las tendencias.
Para Keiko Fujimori significaría su segunda derrota presidencial. En 2011 se presentó por primera vez como contendiente a la presidencia, sin embargo, perdió en la segunda vuelta electoral contra el actual Presidente, Ollanta Humala por un margen estrecho.
Por la ajustada diferencia en las preferencias, ambos candidatos han sido prudentes y han evitado cualquier expresión de triunfalismo, y han decidido esperar al conteo del 100 por ciento de los votos antes de hacer pronunciamientos.
Las elecciones del pasado domingo despertaron un gran interés entre los peruanos, pues casi 17 millones de votantes acudieron a las urnas para elegir a su presidente, lo que representa más del 82 por ciento del padrón electoral en Perú.
La alta participación de los electores significa un triunfo para la joven democracia peruana, siendo esta la cuarta elección consecutiva de un presidente peruano, tras la dictadura de Alberto Fujimori, en un país con una historia de golpes de estado y dictadores.
Sea cual sea el resultado, no se descarta la impugnación del candidato perdedor.
El triunfo del antifujimorismo
Una de las lecciones que deja la jornada electoral, y todo el proceso electoral en general, es el amplio rechazo que genera el apellido Fujimori en amplios sectores de la sociedad peruana.
En la primera vuelta electoral, Keiko Fujimori se impuso con contundencia, con una cifra cercana al 40 por ciento de las preferencias, casi el doble del 21 por ciento de la votación que obtuvo Pedro Pablo Kuczynski.
Sin embargo, el candidato de Peruanos por el Kambio pudo capitalizar a su favor el movimiento antifujimorista en el Perú, lo cual se reflejó el pasado 5 de junio, al elevar de manera importante sus votos, aglutinando los apoyos de la gran mayoría de indecisos y de los que habían apoyado a otros partidos en la primera vuelta.
Aunque desde hace años, Keiko ha intentado hacer una carrera política propia, deslindándose del régimen de su padre, es una sombra que siempre la acompaña, y que le ha acarreado un fuerte rechazo en amplios sectores en Perú.
No solo eso, se sabe incluso, que la desconfianza no ha sido exclusiva del electorado, sino que existe también la preocupación del empresariado de una especie de regreso al régimen fujimorista en donde sus intereses económicos se verían afectados.
Y aunque ambos candidatos tienen un perfil político mayoritariamente conservador, la élite empresarial se habría inclinado a favor de Kuczynski, quien además ya fuera ministro de Economía y jefe de Planificación y Política en el Banco Mundial.
Durante toda la campaña presidencial, Keiko Fujimori fue el blanco de diversas protestas multitudinarias en su contra en todo el país, lo cual también habría jugado un papel importante en las preferencias, sobre todo en el sector de indecisos.
Además, Keiko Fujimori tuvo que enfrentar un proceso legal, previo a la primera vuelta electoral, cuando fue acusada de violar las leyes electorales peruanas, por entregar dinero a sus simpatizantes en un acto público, aunque al final fue absuelta.
Los periódicos de ayer en Perú presentaron en primera plana las reñidas elecciones que se vivieron el domingo en aquel país.
Fujimori tendrá el Congreso
De confirmarse las tendencias, Pedro Pablo Kuczynski se convertiría en el cuarto presidente peruano elegido en las urnas en Perú, sin embargo se encontraría con un obstáculo: un Congreso donde la oposición con mayoría absoluta.
En las elecciones del pasado 10 de abril, Fuerza Popular, el partido de Keiko Fujimori recuperó el control del Congreso, al lograr 73 de los 130 escaños de representantes, una mayoría aplastante.
Peruanos por el Kambio de Kuczynski quedó en un lejano tercer lugar con 18 congresistas, apenas abajo del segundo lugar, Frente Amplio de izquierda con 20, con quien podría formar una alianza en el Congreso.
Por el sistema político peruano, el Ejecutivo difícilmente puede propiciar gobernabilidad si no tiene el apoyo del Congreso.
Aunque desde la presidencia se pueden desarrollar políticas públicas y se pueden tomar ciertas decisiones competencia del ejecutivo, la falta de acuerdos provocaría que el Congreso dejara de aprobar cualquier ley que Kuczynski presentara.
De esta forma, aunque Keiko Fujimori pierda la elección, el fujimorismo será una fuerza política determinante en los próximos 5 años.