En lo que parece ser una carrera contrarreloj, diversos grupos están presionando al gobierno estadounidense para que apruebe la reforma migratoria antes de que termine el año.
The Wall Street Journal (WSJ) dio a conocer ayer que la cadena de comida rápida McDonald’s pidió a los dueños de sus franquicias que cabildeen entre los miembros del Congreso de Estados Unidos con el fin de que la reforma se discuta este año.
El diario indicó que, según dos personas enteradas de los planes de la compañía, McDonald’s comenzó el esfuerzo luego de una reunión con el presidente estadounidense Barack Obama en que participaron varios líderes de empresas.
La petición es uno de los intentos para que los republicanos en la Cámara de Representantes accedan a discutir una iniciativa migratoria antes de que termine este periodo legislativo en el Congreso, lo que parece cada vez menos probable.
En el empuje participan además líderes religiosos, entre quienes destaca el cardenal de la Arquidiócesis de Nueva York, Timothy Dolan, quien la semana pasada envió una carta al líder republicano en la Cámara de Representantes, John Boehner, para que considere la reforma “lo antes posible”.
Mientras que la coalición de grupos Neoyorquinos por una Reforma Migratoria Real organizó una campaña en que participan más de 170 personas en un ayuno y una vigilia de tres días frente a la casa del legislador republicano Michael Grimm, en el condado de Staten Island.
(Fuente: Notimex)