Durante una guerra el peligro es inminente para toda la población debido al riesgo de ataques con armas de alto poder; sin embargo si has tenido la mala suerte de nacer mujer corres un doble peligro, porque no sólo debes cuidarte de los enemigos sino también de los aliados tal como le sucede a la población femenina de Siria que es explotada sexualmente a cambio de ayuda humanitaria.
El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) realizó en 2017 una evaluación sobre violencia de género en Siria, que reveló el hecho de que un número significativo de mujeres sirias han sido víctimas de violencia sexual por parte de hombres, encargados de entregar ayuda humanitaria en poblaciones de difícil acceso, que van en representación de organizaciones no gubernamentales y de beneficencia como ONU.
La explotación sexual de las mujeres en Siria se convirtió en un sistema mediante el que los trabajadores humanitarios condicionan la comida y los productos básicos a la mujeres que acuden a las estaciones de abastecimiento. A cambio de una ración extra de alimentos o transporte, los hombres exigen favores sexuales.
La vulnerabilidad y el estigma
El informe “Voces de Siria 2018” señala que las mujeres y niñas sin protección masculina al igual que las viudas, divorciadas y desplazadas internamente son más vulnerables a la explotación sexual por parte de quienes reparten la ayuda humanitaria en las poblaciones de difícil acceso debido al conflicto bélico.
De acuerdo a las declaraciones que emitió Danielle Spencer, asesora vinculada a la organización Care, en entrevista con la BBC, las mujeres comenzaron a ser estigmatizadas por asistir a los centros de distribución de las organizaciones no gubernamentales debido a que se les relacionaba en la participación de algún acto sexual a cambio de ayuda.
En 2015 el Comité Internacional de Rescate (ICR) presentó ante la ONU los resultados de la investigación en la que participaron alrededor de 190 mujeres y niñas de Dara y Quneitra, poblaciones del sur de de Siria y que tuvo como resultado que el 40% de las entrevistadas sufrió algún tipo de violencia sexual al asistir a los centros de asistencia humanitaria.
A partir de la reunión con el ICR, ONU puso en marcha mecanismos para proteger a las mujeres, por lo que Andrej Mahecic, portavoz de Naciones Unidas ha declarado que las acusaciones contra ONU carecen de fundamento ya que el organismo internacional ha tomado medidas para prevenir abusos de este tipo.
La denuncia por la violencia sexual ejercida hacia las mujeres sirias por colaboradores de organizaciones que llevan asistencia humanitaria, toma relevancia a tan sólo un día de que Rusia ordenara un alto al fuego para la evacuación de civiles y la implementación de un corredor que permita el ingreso de ayuda humanitaria en Ghouta Oriental.