Europa cierra las puertas

La sociedad civil y los gobiernos intensifican la lucha contra los inmigrantes ilegales en Europa con manifestaciones violentas y políticas severas.

Rusia, Francia y Gran Bretaña han emprendido en los últimos meses batallas políticas y sociales para frenar el flujo de inmigrantes no europeos.

Al año, al menos 1.7 millones de personas provenientes de un país ajeno a la Unión Europea (UE) ingresan a este territorio, según estadísticas del 2012 de Eurostat. 

Pedro Pablo Cortés Pedro Pablo Cortés Publicado el
Comparte esta nota

7.4
millones de inmigrantes tiene Alemania, el país con más residentes ajenos a la UE
"¿Estás en el Reino Unido ilegalmente? Vete a casa o enfrenta un arresto”
Campaña publicitaria del Gobierno británico
‘Jóvenes contra la tolerancia’ y ‘Rusia para los rusos’ fueron las consignas de miles de radicales en Moscú

La sociedad civil y los gobiernos intensifican la lucha contra los inmigrantes ilegales en Europa con manifestaciones violentas y políticas severas.

Rusia, Francia y Gran Bretaña han emprendido en los últimos meses batallas políticas y sociales para frenar el flujo de inmigrantes no europeos.

Al año, al menos 1.7 millones de personas provenientes de un país ajeno a la Unión Europea (UE) ingresan a este territorio, según estadísticas del 2012 de Eurostat. 

El mismo organismo señala que más de 20 millones de los residentes de la UE nacieron en un país no miembro, por lo que representan el 4 por ciento de la población.

Nazis rusos 

El caso más reciente de nacionalismo exacerbado ocurrió el martes en Rusia, donde miles de manifestantes tomaron las calles de Moscú, como parte de la Marcha Rusa, para exigir sanciones más severas contra los indocumentados.

Las autoridades detuvieron a más de 30 jóvenes por portas máscaras, gritar consignas nazis y utilizar nuevas versiones de la suástica, reportó ayer el diario El País. 

Los protestantes, quienes agredieron a algunos inmigrantes, llevaban pancartas con leyendas como “Rusia para los rusos” y “jóvenes contra la tolerancia”. 

Estas protestas aumentaron luego de que un inmigrante de Azerbaiyán fue acusado hace dos semanas de asesinar a un joven ruso en Moscú.

El presidente Vladimir Putin ha respondido con la intensificación de las redadas contra inmigrantes ilegales en todo el territorio y un proyecto que propone instalar cámaras para detectarlos más fácilmente.

Racismo francés

Desde su campaña electoral, el presidente de Francia Francois Hollande prometió políticas estricticas para combatir la inmigración.

Pero el racismo incluso ha afectado a la ministra de Justicia, Christiane Taubira, quien ayer denunció que ha recibido ataques de otros partidos y ciudadanos por ser negra y originaria de la Guayana Francesa. La han comparado con gorilas y simios. 

En una entrevista con el diario Libération, la funcionaria expuso que el racismo pone en peligro la cohesión social de Francia, cuyo Gobierno no ha implementado políticas para resolver el problema.

“Es un ataque al corazón de la República”, declaró Taubira.

En contraste, el ministro del Interior, Manuel Valls, está envuelto en la polémica por ser responsable de la expulsión de Leonarda Dibrani, de 15 años, y de Khatchik Kachatryan, de 19, informó ayer el diario Le Monde. 

Los dos jóvenes indocumentados, que estudiaban el liceo en París, fueron deportados a Kosovo y Armenia, respectivamente, el 9 y 12 de octubre, lo que provocó el descontento de los estudiantes franceses.

Campaña inglesa contra inmigrantes

Para disuadirlos de residir en el país, el Gobierno de Gran Bretaña realizó en agosto una campaña publicitaria que advertía a los inmigrantes indocumentados sobre posibles represalias.

Camiones que circulaban alrededor de Londres mostraban anuncios que rezaban: “¿Estás en el Reino Unido ilegalmente? Vete a casa o enfrenta un arresto”.

Después de que organismos no gubernamentales calificaron la publicidad como racista, las autoridades decidieron cancelarla.

Sin embargo, la semana pasada, el primer ministro británico David Cameron anunció que endurecería las medidas para aligerar el problema de inmigración, que está “fuera de control”.

Sus planteamienos de alcance nacional incluyen que los médicos tengan la obligación de informar sobre el estatus migratorio de sus pacientes, sancionar a los propietarios que renten inmuebles a los indocumentados e incrementar multas para los empresarios que les den empleo.   

Los que sí los quieren

No todos rechazan a los extranjeros. Agrupaciones ciudadanas y organismos internacionales han manifestado su apoyo para proteger a los inmigrantes aunque sean indocumentados.

La Comisión Europea, con sede en Bruselas, Bélgica, analiza en privado alternativas legales para que los migrantes no enfrenten una situación de vulnerabilidad, reveló El País el pasado domingo. 

Fuentes del organismo le informaron al diario español que han intentado implementar medidas para regular el flujo migratorio sin violentar los derechos de los extranjeros, pero que los gobiernos las han rechazado porque saben que esto tendrá un costo político.

Desde las deportaciones de Leonarda Dibrani y Khatchik Kachatryan de Francia, organizaciones de estudiantes de liceo han protestado en París para exigir su regreso y que se anule la expulsión de jóvenes indocumentados.

La última manifestación ocurrió el martes, cuando los inconformes adivirtieron que no cesarían las marchas hasta que el ministro del Interior, Manuel Valls, ponga un alto.  

Por su parte, la Universidad College London (UCL) reveló este martes que los inmigrantes contribuyeron con 40 mil millones de dólares a la economía de Gran Bretaña del 2000 a 2010.

Sin embargo, estos residentes tienden a recibir menos apoyos estatales, por lo que aportan mucho y se llevan poco, aseguran expertos en economía. 

Síguenos en Google News para estar al día
Salir de la versión móvil