El gobierno de Estados Unidos (EU) realizó este martes su primera ejecución federal en 17 años (2003)
Daniel Lewis Lee, de 47 años, asesinó a una familia de Arkansas en la década de 1990. El ataque era parte de un complot para construir una nación de sólo blancos en el noroeste del país.
Sin embargo, murió este día por la inyección letal que le aplicaron en la prisión federal de Terre Haute, Indiana.
“He cometido muchos errores en mi vida, pero no soy un asesino… Están matando a un hombre inocente”, dijo el hombre antes de ser ejecutado.
Fue condenado en 1999 por torturar y asesinar a tres miembros de una familia en 1996, cuyos cuerpos arrojó a un lago en Arkansas.
Su ejecución había sido bloqueada el viernes por un juez federal, luego de que algunos de los familiares de las víctimas presentaron una demanda: argumentaron que temían que al asistir podrían exponerse al COVID-19.
El gobierno apeló y el domingo, el séptimo Tribunal de Apelaciones de Circuito de Estados Unidos anuló la orden. Dijo que ningún estatuto o regulación federal daba a las víctimas el derecho de asistir a la ejecución.
“Ley y orden”, escribió el presidente Donald Trump en Twitter, tras la inyección letal.
LAW & ORDER!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) July 14, 2020
